La Catedral de Ourense ha acogido en la mañana de este sábado un funeral en memoria y recuerdo de las personas fallecidas durante los últimos tres meses en los que las medidas impuestas para hacer frente a la pandemia limitaron la posibilidad de sus allegados para despedirse.
A la misa han acudido diversas personalidades, entre ellas, el presidente del Legislativo gallego, Miguel Ángel Santalices, y el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome.
El obispo ourensano, Leonardo Lemos Montanet, ha sido el encargado de oficiar la homilía, dedicada no sólo a las víctimas de la pandemia, sino a todas las personas fallecidas durante los últimos tres meses.
Allí, se ha detenido en la muerte de tres sacerdotes que ocuparon cargos de responsablidad en la Iglesia ourensano. Los tres fallecieron fuera de Galicia, uno de ellos víctima del Covid-19 en Madrid, donde ejercía en una parroquia.
Tras señalar que la Iglesia «se mantuvo siempre abierta» a pesar de que sus templos permanecieron cerrados durante más de dos meses, el obispo ourensano ha destacado el trabajo realizado por Cáritas Diocesanas en atención a los colectivos más vulnerables.
En su intervención, Lemos Montanet ha señalado que, los meses de confinamiento, han supuesto una ventana a la reflexión sobre el modo de vida actual y ha apelado a extraer conclusiones de una enfermedad que «no hace acepción de peronas». «Todos somos iguales ante esta realidad que sigue entre nosotros», ha apostillado.
«Esta tempestad puso a la luz del día nuestra vulnerabilidad y dejó al descubierto esas falsas y superfluas seguridades en las que habíamos construido nuestras agendas, proyectos y prioridades», ha señalado el obispo.