Los hijos del acusado del crimen de Cabana de Bergantiños (A Coruña), en el que, según el escrito de calificación del Ministerio Público, J.G.P. disparó a su mujer en tres ocasiones, han negado que el día de los hechos estuviese ebrio, mientras que han ratificado menosprecios a su madre por parte de su padre.
Así lo han expuesto ambos en la segunda sesión del juicio que se celebra en la Audiencia de A Coruña por un suceso ocurrido en agosto de 2018 en esta localidad coruñesa y en el domicilio familiar, después de que el acusado, según sostiene la Fiscalía y las acusaciones particular y popular, disparase a su mujer, que pretendía separarse de él.
Tras una primera sesión del juicio en la que el hombre admitió los hechos, que atribuyó a un «arrebato», durante las testificales celebradas este martes la hija del matrimonio ha manifestado que ese día sus padres discutieron.
«Era una cosa muy habitual», ha dicho frente a lo expuesto por su padre en su declaración que negó discusiones continuas. «No asumía la separación», ha añadido también en una declaración en la que expuso que su padre «ninguneaba» a la víctima y la «menospreciaba».
A estos «menosprecios» se ha referido también el hijo que, como su hermana, se encontraba en el domicilio familiar el día de los hechos y que, como ella, ha confirmado que no presenció episodios de violencia física. No obstante, ambos explicaron que sí se los relató su abuela materna.
DISCUSIONES Y AMENAZAS
En cuanto al día de la muerte de su madre, el hijo admitió que la víctima y su padre discutieron. «Hubo tensión», a lo que sumó también la existencia de «insultos mutuos». No obstante, ha explicado que decidió intervenir cuando su padre realizó lo que él consideró una ofensa grave. «A mi madre no, pero el día de su muerte, amenazó con matar a su pareja», ha dicho sobre la relación sentimental que la víctima mantenía desde hacía varios años con otro hombre.
La hija indicó, a su vez, que su padre le llegó a decir el día de los hechos que le había asegurado a su madre «de broma, que iba a matar al querido». Por otra parte, señaló que un día que se emitió en la televisión un caso de un crimen machista, él dijo ·»así había que ponerte a ti», en referencia a la víctima. «Le decía que era una inútil delante de cualquiera», ha añadido.
Ambos hijos, ya mayores de edad, confirmaron que su padre vigilaba a su madre, incluso cuando se encontraba en el extranjero, en este caso a través de terceras personas. Sobre los motivos de su vuelta a la casa –en la que residía pocos días cada varias semanas al trabajar fuera de España–, el hijo aseguró que lo hizo «para intentar rescatar el matrimonio» frente a la intención de su madre de «divociarse».
ESTABA «TRANQUILO»
Tras los disparos, de los que la hija confirmó que escuchó dos y no tres los que, según Fiscalía, fueron efectuados con el arma, señaló que fue él quien le quitó la pistola a su padre en el momento que se apuntaba con ella en la cabeza.
También manifestó que el acusado le dijo que lo matara, pero que después le pidió un cigarrillo. Además, a preguntas de la Fiscalía y la acusación particular, ha precisado que estaba «tranquilo».
Tanto Fiscalía como acusación popular, ejercida por la Xunta, piden 25 años de prisión por un delito de asesinato y otro de tenencia ilícita de armas, mientras que la acusación particular eleva la petición a 28 años de cárcel. La defensa entiende que los hechos son constitutivos de un delito de homicidio.