Las oficinas de Correos ya han recibido las primeras peticiones de ciudadanos para poder votar por correo en las elecciones autonómicas que se celebrarán el próximo 12 de julio. Hay de plazo hasta el 2 de julio para realizar esta solicitud, mientras que el 8 de ese mes concluye, salvo cambios que se puedan recoger, el tiempo para ejercer el derecho a través de esta modalidad.

Esta situación ha traído la preocupación de los representantes de los trabajadores, uno de los colectivos, como aseguran fuentes sindicales, más afectados por la crisis del coronavirus y que en este momento cuentan con un 15 por ciento menos de la plantilla debido a esta situación, según fuentes sindicales.

Así, temen un «colapso» en las oficinas de correos, que además no estarían «adaptadas» para acoger peticiones de forma masiva, así como avisan de posibles problemas de seguridad legal, ya que los protocolos activados por el covid-19 inhabilitan sistemas de firma que son necesarios, sin embargo, para ejercer el derecho con seguridad jurídica.

Fuentes de la empresa han manifestado a Europa Press que, «como es habitual», Correos «estará» en disposición de llevar a cabo las actuaciones que se «establezcan tanto en la normativa electoral como postal, así como el cumplimiento de las obligaciones de servicio público ya impuestas».

Del mismo modo, habilitará las actuaciones necesarias que se «determinen en el futuro a tenor de las circunstancias imperantes», para «garantizar» el normal desarrollo de los procesos electorales, tanto en Galicia como en Euskadi.

Fuentes sindicales han confirmado a Europa Press que la propia empresa les ha comunicado que han pedido una aclaración a la junta electoral sobre las solicitudes de voto por correo que se realizaron antes de la pandemia con respecto al anterior proceso electoral. En el informe jurídico que emitió en su día el árbitro de las elecciones ya se apuntaba la necesidad de retrotraer las elecciones al punto cero, entre otros motivos, para incluir a aquellas personas que hayan cumplido 18 años durante este tiempo.

Así, en declaraciones a Europa Press, el secretario de Organización de CIG-Correos, Anxo Álvarez, ha considerado que es una «temeridad» la realización de este proceso electoral. Además, ha indicado que «no hay nada que avale la seguridad sanitaria del sector postal, que es el más afectado después del sanitario», con mil trabajadores contagiados en todo el Estado y 2.500 en cuarentena, de los 55.000 con los que cuenta.

Anxo Álvarez ha explicado que «no hay medidas de prevención totales» para llevar a cabo este proceso y ha puesto el acento en que actualmente hay oficinas de atención al público que no cuentan con la ventana de metacrilato. De hecho, ha indicado que hubo un concurso de pantallas faciales que ha quedado desierto.

El sindicalista de la CIG también ha alertado de que la empresa «obliga a reincorporarse» a partir del 25 de mayo a personal sensible ante el covid-19 y se ha preguntado cuántos trabajadores del servicio postal se infectaron en la campaña de Francia, toda vez que sí hubo informaciones en las que se destacó «que muchos políticos se vieron afectados». «Nos gustaría que se tuviera en cuenta lo que puede pasar», ha señalado.

Anxo Álvarez también ha alertado sobre la «inseguridad jurídica» de un proceso en el que ya se están admitiendo las solicitudes de voto por correo en un momento en que sigue vigente el protocolo por coronavirus, con exención de firma. «¿Qué validez puede tener un voto sin la firma? Estamos en esta incertidumbre jurídica», ha indicado.

«NO PUEDE SER SUSTITUTO»

A juicio de la CIG, el voto por correo «no puede ser el sustituto» del derecho a sufragio en urna, y ha señalado que si el grueso del censo electoral optase por esta opción, sería «inasumible» para los servicios postales de Correos.

Así, apeló al «colapso» que hubo en los pasados comicios de las generales en el que el aumento de la tramitación fue «un auténtico atasco», que supuso a su vez cambio de plazos a última hora. «Ahora, en medio de una pandemia, puede suponer un colapso, cuando hay gente que tiene que esperar en las calles y se da la tesitura de que las oficinas dan para lo que dan», ha advertido.

AUMENTO DEL COMPLEMENTO DE PRODUCTIVIDAD

En declaraciones a Europa Press, Alberto Hortas, de CSIF, ha indicado que la principal «preocupación» es el momento de desescalada con personas «sensibles al covid-19» que están de baja y hay una «merma considerable» de personal. «Si actualmente nos llega la propaganda electoral y todos los envíos, va a ser difícil sacarlo adelante», ha indicado.

Por ello, ha pedido que se «aumente la plantilla» que había antes de la pandemia y han solicitado, a través de un escrito presentado a la empresa este mismo martes, que el complemento de productividad que se pagaba antes «debe aumentar» por el «riesgo» al que se va a exponer el personal que trabaje en estos momentos.

Alberto Hortas también advierte de que se puede producir una «avalancha» de gente para solicitar el voto por correo, porque la «gente evitará ir a la mesa electoral para evitar el contagio». Asimismo, augura un «repunte» de la propaganda de los partidos, puesto que «lo que dejan entrever» las formaciones políticas es que va a aumentar esta forma de hacer llegar las propuestas políticas.

UGT Y COMISIONES

Por su lado, consultados UGT y CC.OO. han explicado que están pendientes de una petición de aclaraciones que han realizado a la empresa y están evaluando la situación.

José Antonio Pensado, de CC OO, ha explicado que, aunque están haciendo esta evaluación previa, la posición de partida «es clara» y es que «primero tiene que prevalecer la salud y la seguridad» de las personas.