El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha defendido ante la oposición que julio, conforme avalan los informes sanitarios y jurídicos que dio a conocer en la pasada jornada, es la opción más conveniente y segura desde el punto de vista sanitario para llamar a los gallegos a votar. Aunque se ha reservado qué domingo elegirá, los asistentes al encuentro han salido con la impresión de que será el 12 o el 19.
En la misma jornada en la que el lehendakari vasco, Iñigo Urkullu, se reunía con los partidos en Euskadi, Feijóo se ha visto en el complejo administrativo de San Caetano con dirigentes del PPdeG (Pedro Puy), PSdeG (Gonzalo Caballero), Galicia en Común-Anova Mareas (Antón Gómez-Reino) y BNG (Ana Pontón). Por videoconferencia participaron también Beatriz Pino (Ciudadanos) y Francisco Casal (En Marea).
En el encuentro, que duró unas dos horas y media, Feijóo ha confirmado que tomará una decisión sobre la nueva convocatoria electoral en un plazo breve de tiempo, una vez oídos a los partidos y teniendo en cuenta los informes de los expertos sanitario sobre la evolución previsible de la pandemia.
Estos documentos –según dijo en la pasada jornada– reflejan que el momento que ofrece «menos incertidumbres» para votar es «cuanto antes, en el principio del verano», toda vez que el riesgo de rebrotes iría en aumento conforme pase el tiempo y se permita la movilidad de ciudadanos entre comunidades. El primer domingo para el que Feijóo puede convocar con el margen de los preceptivos 54 días es el 12 de julio.
En el plano jurídico, además, la Xunta ha recordado tras el encuentro que, después de que la pandemia obligase a suspender la cita del 5 de abril, existía el compromiso de reactivar el proceso –plasmado en el propio decreto de suspensión de los comicios– en el plazo «más breve posible». También incide en que el último decreto para prorrogar el estado de alarma, al incorporar la ‘enmienda PNV’, habilita «expresamente» para convocar elecciones autonómicas.
Así las cosas, según el comunicado difundido por el Gobierno, Feijóo ha trasladado a los partidos que tomará «la decisión más responsable» según los datos «ciertos» que se conocen y ha insistido en que su Ejecutivo sigue teniendo «como prioridad» la lucha contra la pandemia y la reactivación social, laboral y económica de las familias y de las empresas gallegas.
RECHAZO DE LOS PRINCIPALES PARTIDOS DE LA OPOSICIÓN
Frente al horizonte planteado por Feijóo, los principales partidos de la oposición (PSdeG, En Común y BNG) han manifestado su rechazo a votar en julio; mes que sí validan el PPdeG y En Marea.
Aunque hubo asistentes que, según trasladaron públicamente, interpretaron que Ciudadanos también era favorable a julio, posteriormente la formación naranja emitió un comunicado en el que, reconociendo que «no hay fecha ideal» para las elecciones, rechazaba julio y defendía intentarlo en septiembre.
Tras el encuentro, Gonzalo Caballero, Pontón y Gómez-Reino han reiterado las posturas que ya habían manifestado en días pasados. Así, Caballeró censuró que Feijóo «rompa» el acuerdo unánime sobre las elecciones para primar su «agenda oculta».
Por su parte, Gómez-Reino (En Común) ha lamentado la falta de «certezas» de Feijóo, dando por hecho elecciones «sin garantías sanitarias»; mientras que Pontón ya se prepara para elecciones en julio, en la fecha que «decida» Urkullu y ha insistido en que es una «temeridad».
DE LA MANO CON LOS VASCOS DESDE 2009
Si Feijóo atiende, como ha dado a entender, a lo que dictaminen los informes sanitarios, el primer domingo para el que podría convocar es el 12 de julio –tiene que haber un margen de 54 días–. El propio portavoz parlamentario popular, Pedro Puy, apuntó a la primera quincena de este mes en una rueda de prensa tras la reunión.
Pero fuentes del partido consultadas por Europa Press recuerdan que la última palabra es de quien tiene la «competencia indelegable», el presidente, que este viernes preside la reunión semanal de su Gobierno. Tiene que convocar después de deliberar la fecha con el Consello de la Xunta y este viernes sería una opción, pero hay voces dentro de su partido que lo ven precipitado.
Y es que las fuentes consultadas por Europa Press inciden en que la clave está en la coincidencia con las vascas y han remarcado que ambos presidentes han ido adoptando los mismos pasos, por lo que tampoco sería descartable que eligiesen el mismo día para anunciar la convocatoria. Si quieren que gallegos y vascos vayan a votar el 12 de julio, tienen de límite hasta el martes 19 de mayo para convocar. El margen aumentaría si el domingo elegido fuese el 19 de julio.
Al igual que la desescalada y el temor a posibles rebrotes de COVID-19 marcará el nuevo horizonte electoral, la evolución de la crisis sanitaria del coronavirus fue el detonante para que Feijóo, previo acuerdo con los partidos más representativos que concurrían a la cita del 5 de abril, optase por firmar un decreto que suspendía los comicios. En Euskadi, Urkullu optó por el mismo paso.
El 5 de abril hubiera sido la cuarta vez consecutiva desde 2009 que gallegos y vascos acudirían de la mano a las urnas. La primera coincidencia la provocó más de diez años atrás Juan José Ibarretxe, quien se sumó a la fecha previamente elegida en Galicia por el entonces presidente autonómico, el socialista Emilio Pérez Touriño.
Ese 1 de marzo de 2009, Feijóo recuperó la Xunta para el PP y, desde entonces, secundó las dos fechas que fijaron los presidentes vascos para los comicios autonómicos: primero con el socialista Patxi López, quien decidió adelantar al 21 de octubre de 2012, y después, el 25 de septiembre de 2016, ya con Urkullu en la Lehendakaritza.
EL DECRETO GALLEGO QUE AVALÓ SUSPENDER EL 5A
Para el pasado 5 de abril, Feijóo también había decidido seguir los pasos de los vascos, aunque finalmente, ambas autonomías tuvieron que aplazar los comicios mediante sendos decretos.
Avalado por la junta electoral –que determinó, además, la necesidad de repetir íntegro el proceso, con 54 días entre la convocatoria y la votación– y publicado en el Diario Oficial de Galicia (DOG) el pasado 18 de marzo, el decreto gallego determinaba, al margen de la suspensión, el protocolo a seguir para una nueva convocatoria.
En concreto, recogía que la convocatoria de elecciones al Parlamento gallego «se activará una vez levantada la declaración del estado de alarma y la situación de emergencia sanitaria» en la Comunidad. Añadía que, cumplidos estos preceptos, dicha convocatoria se realizaría «en el plazo más breve posible» por decreto del presidente de la Xunta.
En aras del consenso, en ese momento, se introdujo una obligación que el presidente gallego no tiene en una convocatoria ordinaria: la de «oír» al resto de partidos políticos antes de firmar el decreto de la nueva convocatoria electoral, que se suma ahora a la preceptiva deliberación previa con el Consello de la Xunta.
Frente al contenido de este decreto, a cuyos compromisos se aferra la oposición, juega un papel clave la norma aprobada en el Congreso para prorrogar el último periodo del estado de alarma en España, al incoporar una enmienda del PNV que da vía libre para la celebración de los comicios autonómicos.