El presidente de la Xunta y candidato del PPdeG a la reelección, Alberto Núñez Feijóo, ha salido al paso este miércoles de las críticas por ocultar las siglas del PP en sus carteles electorales y ha defendido que, a su modo de ver, nadie «en la calle» tiene dudas de cuál es el partido al que pertenece.
«¿Hay alguien en la calle que, cuando me ve, piensa que soy de otro partido? Si cree que lo hay, me gustaría que me lo presentara», ha respondido Feijóo a uno de los asistentes al desayuno informativo que su partido ha organizado en la capital gallega, quien le había preguntado por el problema del paro y qué haría el PP para combatirlo, además de incidir en que el presidente gallego ocultaba las siglas.
Más allá de la polémica por las siglas, que le acompaña reiteradamente en cada campaña electoral desde hace años, Feijóo ha defendido que el PP, con Mariano Rajoy al frente, «intentó poner orden» en clave económica, tras tomar las riendas del Gobierno central de manos de los socialistas, y «mantener la dignidad de España, la segunda nación más antigua del mundo».
Sin embargo, ha manifestado que el actual Ejecutivo que lidera Pedro Sánchez «va por el camino contrario» y ha señalado que medidas como el incremento abrupto del salario mínimo interprofesional (SMI) y la derogación parcial de la reforma laboral «contiene la inversión de muchos inversores extranjeros».
«La demagogia es muy sencilla, pero en temas como del paro no se puede improvisar», ha sentenciado Feijóo, antes de subrayar que, aunque en Galicia los datos son «mejores» que en la media estatal y la Comunidad tiene «45.000 parados menos que cuando llegó» el PPdeG, considera que el desempleo sigue siendo «el principal problema» de la Comunidad junto con el demográfico.
NO ESTÁ «SATISFECHO»
Así, ha concluido que, aunque no está «satisfecho» con los datos del paro, que sigue siendo «uno de los grandes problemas y asignaturas pendientes», sí considera que la economía gallega está «mucho más fuerte» que en el año 2009, cuando el sector inmobiliario tenía más impacto.
Ahora, ha remarcado, las empresas «no están endeudadas y fluye el crédito».