El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, ha ordenado la desactivación definitiva de los «bolardos asesinos», coincidiendo con el miércoles de ceniza, y utilizando la expresión «polvo eres y en polvo te convertirás» el regidor ha ironizado sobre la «curiosidad» de la fecha escogida para poner fin a lo que ha tachado de «sistema atroz».
El alcalde de Ourense se ha acercado a las 13.00 horas de este miércoles a la confluencia de las calles Concordia y Santo Domingo para dar en persona la orden de desactivar el sistema de control de acceso. Momentos después, un taxi fue el primer vehículo en acceder al casco histórico.
De este modo, Jácome ha sentenciado que «los bolardos asesinos ya son historia». Se trata de un sistema que, a su parecer, «nunca se debió haber implantado».
Este argumento justifica el hecho de «no esperar a disponer del nuevo sistema de cámaras de vigilancia -que todavía tardará unos meses- para proceder a su desactivación». Mientras tanto serán los agentes policiales los encargados de «controlar que no se produzcan infracciones e imponer las sanciones oportunas».
En este sentido, el alcalde considera que «los conductores tendrán todavía más dificultades ahora para cometer una infracción porque se arriesgan a una multa», mientras que antes también había zonas de la ciudad por las que se podía acceder al casco antiguo sin exponerse a una sanción.
Los bolardos que impiden el acceso a vehículos no autorizados en el casco antiguo de Ourense llevaban en funcionamiento desde hace «aproximadamente dos décadas». En este período de tiempo han causado «1.500 incidencias en vehículos con reparaciones de hasta 3.000 euros y numerosas lesiones en viandantes», ha recordado Jácome.
De este modo, el sistema de bolardos se desactiva pero no se retirará con el fin de poder utilizarlos «en momentos puntuales», tales como días en los que prevean grandes aglomeraciones como una medida de seguridad. Así, Jácome ha señalado que es para él «un auténtico honor ser el protagonista capaz de llevar a cabo una promesa electoral reivindicada a lo largo del tiempo».
CONCESIÓN CAFETERÍA JARDÍN JAPONÉS
Con el mismo «orgullo» ha informado de que el Ayuntamiento de Ourense «pasará de ingresar 0.60 euros a más de 68.000 euros al año por la concesión de la cafetería del Jardín Japonés», una cuestión que ha sido «otras de las reivindicaciones históricas de DO».
Este miércoles ha tenido lugar el acto de apertura de las tres proposiciones económicas que optaban a la adjudicación de la gestión de la cafetería, y la mejor de las ofertas presentadas asciende a 68.970 euros al año.
Según ha desvelado el regidor, la persona que más ha pujado es Óscar González Álvarez, un empresario ourensano que regenta más negocios de hostelería en la ciudad de As Burgas. «Recibimos críticas que decían que las condiciones que establecimos eran muy duras pero nosotros sabíamos cómo estaban los precios del mercado», ha señalado Jácome.
El regidor también ha afirmado que «las pruebas» de que hicieron «lo correcto» es que «las pujas estuvieron un 30% por encima de la subasta de salida».
«Esta es nuestra capacidad de gestión, la misma que nos diferencia de los demás», ha expresado el regidor que también ha recordado que por la cafetería del Jardín Japonés se estaban cobrando «60 céntimos al año cuando la abrió el PSOE en 2014».