Galicia tendrá elecciones el próximo 5 de abril. Una decisión casi precipitada y que cogió como por ensalmo a muchos dirigentes del PP y a toda la oposición. Tan inesperada fue esta decisión que, incluso pillo con el pie cambiado al principal periódico de Galicia y soporte de Feijóo en la Xunta, La Voz de Galicia, que este mismo lunes daba por hecho que las elecciones no coincidirían con las vascas.
«Adaptarse a ese calendario del 5 de abril otorgaría a los comicios gallegos un carácter de emergencia que no se compadece de ninguna forma con la situación de la comunidad ni con la estabilidad de un Gobierno que goza de mayoría absoluta. E implicaría, además, que Feijoo sometiera sus tiempos políticos para anunciar su casi segura candidatura a los intereses del PNV«, recogía la crónica publicada en páginas centrales de la edición de Galicia.
Y, efectivamente, lo que hizo Alberto Núñez Feijóo fue «a seguir los intereses del PNV» que, a su vez, vienen marcados por los intereses del president catalán Quim Torra, de adelantar las elecciones catalans. El propio Urkullu no negaba este lunes que uno de los principales motivos para adelantar los comicios vascos es que no quiere que el adelanto catalán afecte a la política vasca, después de la inestabilidad política que está provocando en el conjunto de España.
Feijóo negó este lunes que la decisión de Quim Torra haya afectado en su decisión de adelantar los comicios gallegos, aunque reconoció claramente que sí lo hizo la postura adoptada por Urkullu, con quien llegó a hablar de este tema. «Es cierto que la decisión del lehendakari vasco sí que me condicionó», dijo. Con todo, finalmente, fueron los catalanes los que marcaron la agenda política, primero de vascos, y después de los gallegos.
«Lo hice por coherencia de dos nacionalidades históricas que nos entendemos y para mandar un mensaje, precisamente, de coherencia y de unidad al resto de España», apuntó Feijóo. Justificaba así un adelanto electoral que tiene muy difícil justificación en el caso gallego a no ser que se apele a su «tradición» de hacer coincidir todos los comicios gallegos -con este son cuatro llamadas a las urnas conjuntas– con los vascos, siendo siempre los vascos los que condicionan, entonces, la agenda electoral gallega.
LAS RAZONES «OFICIALES»
Con todo, Feijóo tuvo que buscar otras » razons oficiales», y esas fueron la de «reducir al máximo el período electoral» y evitar «una campaña de seis o siete meses». «Había la posibilidad este año de tener tres elecciones en un horizonte de seis meses y eso es incompatible con la estabilidad que defendemos desde Galicia», dijo para justificar esta coincidencia electoral con Euskadi. Por eso, insistió en la «coherencia» que ya mostró en los anteriores procesos electorales –todos ellos coincidentes con los comicios vascos– para volver a repetir la misma fórmula. «Galicia aporta seriedad, seguridad y responsabilidad al conjunto del Estado. Y estos principios están detrás de mi decisión», insistió.
Además, argumentó que Galicia ya tiene los presupuestos de este año aprobados y que, convocando en abril, el nuevo gobierno tendrá tiempo también de aprobar los presupuestos del próximo año .
SU FUTURO
De lo que no quiso hablar fue de su futuro político. Para saberlo emplazou a los periodistas a la rueda de prensa posterior a la Xunta Directiva del PPdeG que se reunirá este martes para elegir al candidato electoral. «A partir de entonces podremos hablar de la estrategia del partido en Galicia y a nivel nacional y de otras decisiones que adoptemos», indicó también en relación a un posible acuerdo con Ciudadanos.