Los grupos de la oposición en Galicia han sacado pecho de la manifestación celebrada este domingo en la capital gallega y en la que miles de personas salieron a la calle para protestar por la política sanitaria de la Xunta que preside Alberto Núñez Feijóo, con el cierre del paritorio de Verín (Ourense) –ahora reabierto– como desencadenante de la movilización. De hecho, las voces de la izquierda en la Cámara gallega han pronosticado que el «éxito» de la manifestación lo será después en las urnas.
De este modo, uno de los viceportavoces parlamentarios del PSdeG, Luis Álvarez, ha calificado la protesta de este domingo como un «éxito» de «la sociedad civil organizada pese a la campaña impulsada por el PP de desprestigio como único argumento».
«Entiende el Partido Popular, en esa escasa altura de miras que tiene, que este movimiento social tiene detrás a partidos políticos de la oposición y no son capaces de discernir que se trata de una crítica absolutamente legítima y fundada que tiene detrás el apoyo de los grupos de la oposición», ha apuntado.
Y es que, según ha indicado, «la situación de colapso» que vive la sanidad gallega es una «realidad porque el PP está en el ámbito sanitario en un laberinto sin salida» y ha asegurado que el cierre del paritorio de Verín fue solo un «ensayo» para ver como respondía la población a los hospitales comarcales.
De este modo, ha situado al Gobierno de la Xunta como el culpable de la «situación actual» de la sanidad. «Ese deterioro que tiene la sanidad pública como consecuencia de la falta de planificación del gobierno del Partido Popular trae como consecuencia el desmantelamiento de servicios que no fueron capaces de tapar», ha subrayado.
Precisamente, la portavoz mediática del Grupo Común da Esquerda, Luca Chao, ha utilizado la expresión de «éxito rotundo» la marcha que tuvo lugar en Santiago de Compostela este domingo, una «movilización contundente» que fue una «respuesta unánime de la sociedad gallega y de toda la oposición en el Parlamento de Galicia».
«No vamos a seguir permitiendo el desmantelamiento de la sanidad pública», ha advertido la diputada de Común da Esquerda, quien ha afirmado que la manifestación ha sido «un hito importante que marca un camino de la recuperación de la sanidad pública».
«CHULERÍA Y PREPOTENCIA» DE FEIJÓO
Además, la manifestación sanitaria ha sido el tema principal que ha abordado la viceportavoz parlamentaria del BNG, Olalla Rodil, en la rueda de prensa de este lunes en la que ha augurado que la «masiva manifestación se va a traducir» en las urnas en las elecciones autonómicas de este año y ha denostado que la respuesta de Feijóo, según dijo, sea la «chulería, prepotencia, descalificaciones y toneladas de propaganda».
Olalla Rodil ha denunciado el «recorte de 2.000 millones de euros» en la sanidad pública desde 2009 «solo en atención primaria» y ha incidido en que el 60 por ciento de los ayuntamientos no tienen pediatra o miles de profesionales soportan una «precariedad laboral» mientras hay 5.000 «vacantes» en el Sergas.
La dirigente nacionalista ha destacado que «miles de gallegos volvieron a salir» a las calles, frente a la «respuesta de Feijóo», que es «prepotencia, chulería, descalificaciones y toneladas de propaganda» en los medios, enviando «correos a los medios de comunicación, que hervían con notas de prensa intentando cantar las excelencias de las políticas de Feijóo».
Al menos, refirió, en esta ocasión «trató de tapar con propaganda» la manifestación sanitaria, puesto que el pasado año estaba «en la plaza de Colón, de ganchete con la extrema derecha, entre pasodobles de Manolo Escobar».
Rodil ha instado al mandatario a «dejar la chulería» y le ha advertido de que «no van a conseguir amordazar a los profesionales de la sanidad pública» ni «frenar el derecho a la salud». «Reaccionan así porque están nerviosos, porque saben que la masiva manifestación se va a traducir en las urnas», ha concluido.
El BNG ha vuelto a pedir un plan urgente para la atención primaria, «reabrir 800 camas» y convocar las 5.000 vacantes» en el Sergas.
«DÉCADA OMINOSA»
Por su parte, en en su intervención en rueda de prensa, el portavoz parlamentario del Grupo Mixto y líder de En Marea, Luís Villares, ha señalado que la de este domingo ha sido «la segunda derrota severa» en relación a la política sanitaria del presidente de la Xunta y ha augurado que «preconiza la derrota de Feijóo en 2020». «¡Basta ya de una década ominosa para los gallegos!», ha apuntado.
Villares se fijó en la «rectificación» del cierre del paritorio de Verín, que era «un maltrato» a la sanidad y «violencia contra las mujeres», y ha remarcado que la medida «fue vencida socialmente por una reivindicación unánime» para una sanidad de «acceso equitativo y universal, que remate con la precariedad del personal».
EL PPDEG: RESPETO Y PETICIÓN DE «RESPONSABILIDAD»
Por su parte, el portavoz parlamentario del PPdeG, Pedro Puy, ha subrayado que los populares «siempre» respetan el «derecho civil» a manifestarse, pero también ha reivindicado la «excelente» sanidad pública gallega y ha apelado a la «responsabilidad» de los representantes públicos para no contribuir a su deterioro.
«Estamos a la altura de los países más desarrollados del mundo», ha subrayado Puy, quien ha destacado que «sobre todo» se debe a la labor de los profesionales. También ha destacado el incremento del gasto sanitario en la Comunidad, hasta superar el 40% por ciento del presupuesto autonómico.
Puy ha incidido en que el sistema sanitario gallego es «excelente» y «lo que deben hacer los responsables públicos» es defenderlo. «Los responsables públicos tenemos que dar confianza en el funcionamiento de un sistema tan bueno como el gallego gracias al esfuerzo, sobre todo, de los profesionales», ha esgrimido.
Enfrente, ha recordado que los dirigentes de la oposición llegaron a afirmar «cosas que no son ciertas» como, por ejemplo, que se cobraría por ir al médico. «Pediría responsabilidad», ha subrayado y ha vuelto a poner el foco en el Gobierno central, al que ha instado a eliminar la tasa de reposición para favorecer una oferta pública de empleo (OPE) lo más amplia posible.
Finalmente, ha aludido a las encuestas entre la población para alegar que la sanidad pública gallega está bien valorada y concluir que, de hecho, probablemente esté «en su mejor momento».