El PSdeG y el BNG han coincidido en señalar la «sumisión» del presidente de la Xunta y del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, al líder de su partido, Pablo Casado, que manifiestan las cartas enviadas la pasada semana a cada uno de los ministros del nuevo Gobierno para pedir una «cooperación leal». Sin embargo, los populares gallegos rechazan estas críticas y defienden el carácter «institucional» de las misivas.
En una rueda de prensa concedida este lunes en el Parlamento de Galicia, la portavoz nacional del Bloque, Ana Pontón, ha tachado a Feijóo de «presidente escribano» y «cartero» por promover «otro ejemplo de propaganda y autobombo» que «roza el ridículo, casi el esperpento».
En este sentido, la líder nacionalista ha ironizado con que el expresidente gallego Manuel Fraga «por lo menos hacía el esfuerzo de conseguir reuniones con ministros». «Iba a Madrid, luego venía con las manos vacías, eso es cierto, pero por lo menos hacía algo más que Feijóo», ha añadido.
Para Pontón, esta actitud del también líder del PP de Galicia se debe a que está «descolocado» por el acuerdo de investidura alcanzado por los nacionalistas con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez. Este texto, según sus palabras, es «un paso de gigante a la hora de defender los intereses de Galicia en Madrid» y dejó a Feijóo dando «palos de ciego» ante su «incapacidad e incompetencia». «Primero se enfadó porque había acuerdo. Luego criticó duramente el acuerdo y ahora lo que hace es cambiar el guión y apropiarse de ese acuerdo», ha relatado.
Además, ha evidenciado que el mandatario popular «lo único que hizo fue obedecer las órdenes» del presidente de su partido, Pablo Casado, porque «podía haber negociado con Sánchez inversiones y mejoras» para la Comunidad a través de los 10 diputados que tiene el PP en el Congreso por las circunscripciones gallegas. FEIJÓO, «MARIONETA» DE CASADO
En otra rueda de prensa en el Pazo do Hórreo, el líder del PSdeG, Gonzalo Caballero, también ha cargado contra «un Feijóo que no es capaz de resolver los problemas de los gallegos» y que busca «espacio» para incidir en su discurso «a través de la correspondencia».
Así, ha incidido en que las misivas remitidas a los distintos ministros están firmadas por el dirigente de Os Peares «pero redactadas en letra y espíritu» por el «espíritu de confrontación» que ha atribuido al PP y a su líder, Pablo Casado.
Para Caballero, el presidente de la Xunta actúa como «una marioneta» que «firma» las cartas mientras Casado y la ultraderecha «le marcan» la línea discursiva.
EL PPDEG DEFIENDE LAS MISIVAS
Enfrente, el portavoz parlamentario del PPdeG, Pedro Puy, ha esgrimido que el «nivel» de Caballero queda «reflejado en sus declaraciones». «Parece que tiene una obsesión machacona con el tema de la extrema derecha a la que el PPdeG no solo no representa, sino que es su dique de contención contra cualquier veleidad extremista», ha aseverado.
A renglón seguido, ha defendido que las cartas enviadas por Feijóo son «institucionales» y «recordando que hay temas pendientes» que ahora que el Gobierno ya no está en funciones debería abordar con urgencia como pagar la «deuda» a las comunidades o impulsar el estatuto de las electrointensivas.
Al margen, ha defendido la «buena predisposición» de Galicia, una comunidad «leal, que siempre se ha movido en los márgenes del Estatuto, de la Constitución y que ha cumplido las reglas financieras derivadas de la mala gestión del PSOE».
Eso sí, aunque ha insistido en la «colaboración» y «lealtad», ha advertido que esto no significa que «no defienda con firmeza» los intereses de Galicia. «Lo responsable por parte de la Xunta es preocuparse e intentar resolver los problemas de Galicia», ha sentenciado y ha avanzado que esa será también la línea de trabajo del PPdeG en la Cámara.