La Comisión Europea ha previsto una clave de reparto para los 7.500 millones de euros del fondo para ayudar a las regiones en la transición ecológica que sitúa a España en octavo lugar como país receptor con 307 millones asignados, en una distribución que reserva las mayores partidas para Polonia (2.000 millones) y Alemania (877).
Así consta en el documento al que ha tenido acceso Europa Press y que Bruselas ha presentado este miércoles a los embajadores de los Veintisiete, un día después de presentar en la Eurocámara su propuesta de dotar de salida con 7.500 millones de «dinero nuevo» este instrumento de nueva creación cuya capacidad debe ser aún negociada con los Estados miembro.
El llamado Fondo para la Transición Justa es uno de los pilares del mecanismo con el que la Unión Europea quiere movilizar al menos 100.000 millones de euros durante el período 2021-2027 para las regiones que tendrán que hacer los mayores sacrificios en el plano económico y social para reducir su huella contaminante.
La Unión Europea quiere cumplir con el desafío de ser el primer continente en eliminar sus emisiones de CO2, un objetivo que quieren alcanzar en el horizonte de 2050 y que los líderes de los Veintisiete trataron de sellar en una cumbre en diciembre, aunque no lograron que Polonia asumiera el compromiso nacional.
El fondo está abierto a todos los Estados miembro porque el Ejecutivo comunitario asume que en todos los países de la UE existen regiones vulnerables con «necesidades».
Así, según adelantó el martes la comisaria de Cohesión, la portuguesa Elisa Ferreira, Bruselas ha fijado una clave de reparto que tiene en cuenta criterios objetivos para calcular el coste de la transición para cada región.
De este modo, y a pesar de que Varsovia no ha asumido su responsabilidad en el reto de la neutralidad climática, Polonia tendría a su disposición 2.000 millones de euros, según la propuesta comunitaria.
Le seguiría Alemania, con 877 millones de euros; Rumanía, con 757 millones; República Checa, con 581 millones; Bulgaria, con 458 millones; Francia, con 402 millones; Italia, con 364 millones; y España, con 307 millones. Cierran la lista con las partidas más reducidas Malta, con 8 millones, y Luxemburgo, con 4 millones.
Para beneficiarse de estos recursos, los gobiernos nacionales tendrán que presentar a Bruselas planes territoriales de transición específicos para identificar las regiones y sus necesidades y, además, comprometerse a aportar un euro con cargo al Fondo europeo de Desarrollo Regional y al Fondo Social Europeo Plus por cada euro recibido del fondo ‘verde’.
Con ello la Comisión Europea estima que se llegarán a captar entre 30.000 y 50.000 millones de euros de financiación que se redirigirán para ayudar a desarrollar modelos alternativos de las economías en las regiones más contaminantes y potenciar las inversiones en energías limpias.
Otra clave del mecanismo detallado por Bruselas este martes será el plan de inversiones InvestEU desde el que se quiere captar fondos privados a partir de avales públicos y llegar a movilizar hasta 45.000 millones de euros para, por ejemplo, proyectos de energía sostenible y transporte.
La iniciativa comunitaria prevé además un esquema de préstamos al sector público desde el Banco Europeo de Inversiones para impulsar inversiones por valor de 25.000 y 30.000 millones de euros. Bruselas ha indicado que en marzo de este año presentará una propuesta legislativa para ello.