El pleno del Parlamento Europeo ha apoyado este miércoles el Pacto Verde Europeo, la hoja de ruta presentada en diciembre por la Comisión Europea para conseguir que el bloque reduzca al máximo sus emisiones de CO2 para 2050, pero ha pedido mayor ambición en algunos aspectos, sobre todo en los objetivos intermedios hasta mitad de siglo.
En concreto, los eurodiputados han reclamado que la UE se fije el objetivo de reducir sus emisiones contaminantes para 2030 en un 55%, y no en «al menos el 50% y hacia el 55%», como señala el documento del Ejecutivo comunitario presidido por Ursula von der Leyen.
La resolución, que salió adelante con 482 votos a favor, 136 en contra y 95 abstenciones, aboga además por establecer una meta intermedia en 2040 «para asegurar que se avanza hacia el objetivo de la neutralidad de las emisiones en 2050», ha informado la institución en un comunicado.
Además, la Eurocámara ha remarcado que las normativas que fijen unos objetivos más elevados en materia de eficiencia energética y energía renovables, incluidas metas vinculantes para cada Estado miembro, deben estar preparadas antes de junio de 2021.
Otro de los aspectos del Pacto Verde Europeo que los eurodiputados comparten con Bruselas es la necesidad de diseñar un «mecanismo de ajuste del carbono en frontera» compatible con las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), con el objetivo de evitar la deslocalización de empresas por las diferencias en la ambición climática de distintas partes del mundo.
El pleno del Parlamento Europeo también ha pedido que el mecanismo para garantizar una transición ecológica «justa» tenga la «financiación adecuada». Precisamente la Comisión Europea detalló este martes que el llamado Fondo Para la Transición Justa tendrá un presupuesto inicial para los próximos siete años de 7.500 millones, con los que se pretenden movilizar al menos 100.000 millones de euros.
El Pacto Verde Europeo recoge una serie de iniciativas legislativas que el Ejecutivo comunitario quiere presentar a lo largo de los próximos meses y años. El Parlamento Europeo ha advertido que hará uso de sus «poderes legislativos» para modificar cualquier propuesta que no cumpla con el nivel de ambición deseado por los eurodiputados.