El conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde, ha defendido que el ejecutivo del que forma parte cumple con la recomendación de la Comisión Europea de que la transición energética y el cierre de plantas contaminantes «no genere impacto en el empleo».
Así ha respondido el titular de Economía de la Xunta a una pregunta formulada por el diputado del grupo mixto Pancho Casal sobre las actuaciones de futuro en las zonas afectadas por el cierre de las plantas térmicas de carbón de Endesa en Meirama y As Pontes.
«Este gobierno no va a tolerar que se haga una transición energética desordenada e injusta», ha manifestado Conde, que ha acusado a En Marea de haber sido «instigadores de un cierre acelerado» de las centrales. «Y ahora quieren justificarse cuando hay 700 familias preocupadas por su futuro», ha incidido.
«La propia Unión Europea debe evaluar los impactos sociales que puede tener esas decisiones (cierre de centrales) y proteger el empleo y la industria. Lo que no vamos a aceptar es pensar en el futuro abandonando el presente», ha remarcado Conde.
Asimismo, cuestionado por los avances hacia la descarbonización de la economía gallega y la transición energética, el conselleiro se ha remitido al acuerdo firmado la pasada semana entre el Gobierno autonómico y los sindicatos CC.OO. y UGT, que incluye la puesta en marcha de proyectos piloto para «responder a las nuevas tendencias energéticas» y la creación de una estrategia de reindustrialización para las comarcas afectadas por el cierre de las plantas de carbón.
GRUPO MIXTO
Por su parte, el parlamentario del grupo mixto Pancho Casal ha lamentado que la Xunta se alinee con la postura de Polonia, país que en la pasada Cumbre del Clima «fue de los que más se opuso a cerrar las centrales de carbón», algo que es «ineludible».
Por ello, ha instado al Ejecutivo autonómico a «fijarse» en las «experiencias de éxito» puestas en marcha en regiones como Ontario (Canadá), que ha clausurado sus cinco plantas térmicas de carbón desde el año 2009.
«Hay que poner en marcha un nuevo modelo de desarrollo más sostenible y más participativos», ha incidido Casal.