La Xunta y la Confederación Hidrográfica Miño-Sil han acordado la creación de una comisión técnica para coordinar actuaciones tras los incendios del verano para evitar afectación de cenizas en gran parte de los ríos de la provincia de Ourense y algunos de Lugo.
Así se ha acordado esta mañana en una reunión por videoconferencia que mantuvieron las conselleiras de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, y Medio Rural, María José Gómez, con el presidente de la CHMS, José Antonio Quiroga, y alcaldes de 16 ayuntamientos afectados por los incendios y que forman parte de la demarcación Miño-Sil: Avión, O Barco, Beade, Cartelle, Chandrexa de Queixa, Cualedro, Folgoso do Courel, Larouco, Laza, Pantón, Paradela, Ribadavia, O Saviñao, Sober, Trasmiras y Vilariño de Conso.
Esta comisión llega tras las quejas las últimas semanas de alcaldes, sobre todo de la provincia de Ourense, ante los problemas detectados en algunas captaciones de agua por el arrastre de cenizas a la cuenca Miño-Sil.
El objetivo de la futura comisión técnica será planificar acciones conjuntas por parte de las distintas administraciones implicadas (cada una en el marco de sus respectivas competencias) para proteger los ríos de esta cuenca del impacto de los incendios
La comisión contará con representación por parte de las direcciones xerais de Patrimonio Natural y Montes, del organismo hidráulico autonómico Augas de Galicia, de la CHMS y de los ayuntamientos de Ourense y de Lugo que forman parte de la demarcación Miño-Sil.
La conselleira de Medio Ambiente ha defendido el trabajo «rápido y eficaz» de Augas de Galicia después de la ola de incendios. Explica que desde finales del mes de agosto ejecutó diferentes medidas orientadas a crear barreras anticontaminación frente a las cenizas y otro material en los entornos de Galicia Costa, cuenca de competencia autonómica. Para ello se recurrió a la instalación de cordones vegetales o barreras con elementos de madera.
Por su parte, la conselleira do Medio Rural ha puesto en valor los trabajos de acolchado de paja (técnica conocida como ‘mulching’) realizados en las áreas más críticas dañadas por los fuegos, con el fin de restaurar las zonas quemadas para proteger el suelo de la erosión y evitar escorrentías.

