El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, se ha mostrado «muy preocupado» y ha cargado contra quien usa «la algarada, la tensión y el enfrentamiento social» como «herramienta» para lograr «fines políticos» al «intuir» que de otra forma no puede conseguirlos.
Así se ha pronunciado en su discurso en la gala por el XXV aniversario de la asociación gallega de empresa familiar, donde ha respondido a Roberto Tojeiro, presidente del grupo Gadisa, que «se ha avanzado bastante» en materia de fiscalidad, ante sus demandas y críticas.
El empresario ha reprobado, en concreto, los impuestos de sucesiones y patrimonio, que ha tildado de gravámenes «a la muerte» y «al esfuerzo, ahorro y prudencia financiera», respectivamente. Por su parte, Rueda ha dicho saber «que quedan cosas todavía pendientes» por cambiar.
Avisando de las «amenazas» y «peligros» que a su juicio existen en el actual contexto, ante un auditorio conformado por conocidos nombres de la empresa gallega, el titular de la Xunta ha advertido que «parece ser que alguien debe intuir que no puede conseguir de otra manera» sus objetivos que mediante «la algarada, la tensión y el enfrentamiento social». Esto, ha incidido, «es muy peligroso y amenaza a todos». «Nos corresponde hacer todo lo posible para que esto no sea así», ha afirmado.
Y es que, en su opinión, «el clima social crispado y la pancarta para todo es el camino para equivocarse», frente a lo que ha abogado por la «certidumbre y ser previsibles».
TENER PRESUPUESTOS
Por su parte, entiende que la «mejor forma de ser previsibles es tener unos presupuestos». Al respecto, Rueda ha censurado que este lunes –durante el debate de totalidad de las cuentas en el Parlamento– «hubo que escuchar que están hechas solo para el 7-8% de la población». «Por supuesto que lo hacemos pensando en la gente que crea riqueza. Para ellos y para el 93-94% restante», ha proclamado.
Así las cosas, se ha mostrado optimista con las «muy buenas cifras económicas» y ha agradecido a los empresarios ser «socios» en algunos «proyectos estratégicos» para Galicia.
También ha mostrado su temor y su pérdida de esperanza respecto a los fondos europeos a los que quedan «apenas ocho meses» para que se cumplan los plazos de ejecución «y ni siquiera están movilizados».
Por su parte, ha celebrado tener «un diálogo leal» con los empresarios, que «son aliados de los gobiernos que tienen claro que el progreso se basa en los que crean riqueza, que no son enemigos de nada».
RETOS Y VALORES
Con anterioridad, el presidente de la asociación gallega de empresa familiar, José Bernardo Silveira, ha apuntado al reto que supone para los socios «ese constante cambio de paradigmas» que hoy en día, ha dicho, «no se limita solo a la tecnología, se extiende al ámbito de la economía y de la política».
Por su parte, el director territorial norte de Caixabank, Juan Pedro Badiola, ha resaltado que su entidad comparte con la empresa familiar valores como «compromiso, visión a largo plazo y cercanía» y ha señalado como muestra de ello que en 2026 inaugurarán tres nuevos centros de empresa en Galicia.
Después de la entrega de reconocimientos a empresarios de la asociación ha tomado la palabra Tojeiro, quien ha destacado que «las cosas no se han hecho del todo mal en este cuarto de siglo». Ha sido en ese momento cuando ha considerado que consiguieron «que se redujesen las dificultades específicas a la continuidad de las empresas familiares (…) especialmente en el ámbito fiscal», por lo que él tacha de «impuestos contraproducentes y perversos porque no contribuyen a incrementar los ingresos públicos».
Después, a modo de clausura, ha intervenido Rueda, que además de darle la réplica a Tojeiro con esta consideración, ha aseverado que «la empresa familiar es ‘Galicia Calidade’ en estado puro» y se ha comprometido «a cuidar todo eso» y a darles «facilidades».

