El rey emérito Juan Carlos I ha abandonado este domingo el municipio pontevedrés de Sanxenxo tras pasar cinco días en la localidad. Allí, ha salido a navegar, ha entregado el trofeo de vela que lleva su nombre y ha compartido tiempo con sus sobrinos María y Alfonso Zurita.
Tras llegar este miércoles a Galicia y comer en un restaurante de O Grove, el ex monarca aprovechó este sábado y este domingo para salir a nevegar en medio del revuelo generado en torno a la publicación de sus memorias en la editorial francesa Stock.
Un tema sobre el que el padre de Felipe VI ha evitado pronunciarse durante su estancia en la villa gallega y donde, ante las preguntas de los medios este sábado por la noche, se ha limitado a señalar que «hacía un día estupendo».
Una respuesta concisa y con la que ha esquivado las preguntas de los periodistas a su llegada al Real Club Náutico de Sanxenxo, donde ha participado en el acto de cesión de los trofeos conseguidos por los equipos españoles en el pasado Campeonato del Mundo celebrado en Nueva York (EE.UU.).

