El pleno del Parlamento de Galicia ha rechazado una moción por la que los nacionalistas pedían a la Xunta medidas concretas que para «revertir» la situación del gallego y luchar contra una educación y una política lingüística que, en este momento, es «desgalleguizadora». El PP, por su parte, ha defendido el modelo de la Xunta, «realista y eficaz».
La diputada nacionalista Mercedes Queixas, encargada de defender la moción, ha lamentado que el gallego afronta «el peor momento de su historia», tanto respecto a su conocimiento como a su uso social.
Ante esto, ha animado al Gobierno gallego a «colocar los derechos lingüísticos de los gallegos por delante de los prejuicios y del auto-odio característica de la política lingüística del PP».
La diputada del BNG ha afeado la actitud del conselleiro de Lingua, José López Campos, en su última intervención parlamentaria, donde «no encontró un minuto» para responder a las cuestiones parlamentarias que se le plantearon.
«Se conformó con demostrar que fue nombrado por el presidente Rueda para evitar avanzar; nombrado por el presidente más antigallego de la historia (…). Un conselleiro teledirigido, bajo las órdenes de Rueda, a su vez sometido a los intereses partidarios y ambiciones madrileñas de Feijóo», ha lamentado.
ESCUELA «DESGALLEGUIZADORA»
Con todo, para la nacionalista, «lo más doloroso» es que sea un conselleiro «totalmente insensible a la realidad de la lengua» y a la realidad que se vive en las escuelas, que ahora mismo «desgalleguizan».
Concretamente, se ha referido al programa ‘Plurinfantil’, que lanza a los centros de educación infantil la propuesta de ofertar en inglés un tercio del horario lectivo.
Ante esta situación, los nacionalistas insisten en la necesidad de poner en marcha acciones para empezar a «revertir la emergencia lingüística, para frenar la desgalleguización de las generaciones más jóvenes desde la escuela y, sobre todo, para empezar a cumplir de una vez la ley de normalización lingüística».
Entre ellas, la derogación del decreto del plurilingüismo y su sustitución por otra normativa que «garantice» el aprendizaje del gallego como lengua vehicular.
La diputada del PSdeG, Silvia Longueira, ha avanzado el apoyo de su grupo a la propuesta dado que, en cuanto a la situación del gallego, Galicia va «cuesta abajo y sin frenos».
Así, ha augurado que, de seguir con esta línea, llegará un momento en que el idioma quedará reducido a un «animal exótico y folclórico para las celebraciones».
Además, ha criticado la política de la Xunta de «que cambie todo para que todo siga igual» y se ha planteado la utilidad de llevar a cabo, por ejemplo, comisiones — en referencia a las convocadas para la actualización del Plan de Normalización Lingüística — , si después llegan «contrapartidas» como la citada por el BNG de ‘plurinfantil’.
PP: POLÍTICA LINGÜÍSTICA «SERIA Y EFICAZ»
El último grupo en intervenir ha sido el del PP, en boca de José Luis Ferro, que ha calificado de «seria, realista y eficaz» la política lingüística de la Xunta.
«Mientras el BNG pretende levantar muros, nosotros trabajamos en la unidad, unidad de las dos lenguas oficiales, que son patrimonio de todos los gallegos», ha señalado.
Asimismo, ha reivindicado que el decreto de 2010 nació para «garantizar un equilibrio real en el uso del gallego y del castellano en la enseñanza, cumpliendo con la Ley de normalización lingüística y con el Estatuto de Autonomía», porque «la verdadera normalización no puede nacer de la improvisación, sino del respeto, de la convivencia y del consenso».
Así, ha lamentado que los nacionalistas gallegos hayan rechazado participar en las comisiones de trabajo para renovar el plan, «unos trabajos que avanzan con el compromiso del Gobierno gallego de tener una propuesta de documento lo antes posible».
«Este decreto que el BNG pide derogar fue avalado por los tribunales, está en plena vigencia y es la mejor herramienta para garantizar el equilibrio y el respeto a la legalidad», ha manifestado el portavoz popular, que ha apuntado que «donde los nacionalistas hablan de fracaso los datos dicen otra cosa: la mayoría de los gallegos y gallegas son competentes en las dos lenguas oficiales».