Decenas de curiosos han recibido en la Praza do Obradoiro a la princesa Leonor, a la que ha sido otorgada este lunes en Santiago la Medalla de Oro de Galicia –la máxima distinción de la Comunidad–. Una visita que ha causado «mucha alegría» a los espectadores: «Es una maravilla poder disfrutar de la que va a ser la próxima reina de España», comentó uno de los espectadores.

Con un cielo totalmente despejado y el sol iluminando el Obradoiro, la princesa entró en la plaza al son de la Real Banda de Gaitas de Ourense. Lo hizo vestida con el uniforme de la Marina, escoltada por el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda; la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Sáiz; el presidente del Parlamento gallego, Miguel Ángel Santalices; el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco; y el conselleiro de Presidencia, Justicia y Deportes, Diego Calvo Pouso.

Frente a la fachada del Pazo de Raxoi le esperaba el Gobierno autonómico al completo, al que saludó uno a uno tras finalizar su recorrido.

A su llegada, la princesa se ha saltado el protocolo para acercarse a la gente, dándole la mano y dejándose fotografiar por los visitantes, que esperaban con los móviles en alto «visiblemente emocionados». Un acto de espontaneidad que ha «gustado e impresionado mucho» entre el público, que ha asegurado que «la princesa es muy cercana, llana y empática».

Aunque el acto había sido anunciado por los medios de comunicación, su presencia ha pillado por sorpresa a algunos peregrinos, especialmente a los internacionales. Dos caminantes brasileños que acababan de llegar a Santiago han afirmado que ha sido una «sorpresa verla en persona tan de cerca» y que «va a ser una buena reina en el futuro».

En esta línea, una peregrina uruguaya a la que la princesa le dio la mano, ha enfatizado entre lágrimas que «España es muy bonita y Santiago de Compostela más».

«EL PUEBLO DEBERÍA DE ESTAR AQUÍ»

«Hicimos el seguimiento de toda su formación, acostumbrados a verla en la televisión, hacerlo tan cerca se agradece, siempre es muy atenta con la gente, muy simpática, saltándose el protocolo», ha explicado a Europa Press una de las asistentes, que ha encontrado ciertas similitudes en «su cercanía» con su madre, la reina Letizia Ortiz.

Sin embargo, ha apuntado otra, «se echa de menos ver a la ciudad más volcada con el acto, el pueblo debería de estar aquí». En esta línea, han apuntado a que «el hecho de que haya cuadrado en lunes y tan temprano» ha podido influir.

También, han señalado «la concentración de actos en Marín» como uno de los causantes de la «poca asistencia», aunque, han subrayado: «así los que estamos aquí la disfrutamos más». «Es un privilegio», concluyeron otros.

LA AUSENCIA DE LA ALCALDESA

Al acto también han acudido representantes institucionales, como el presidente del Consello Económico e Social (CES), Manolo Pérez; el presidente del Tribunal Supertior de Xuztiza de Galicia (TSXG), José María Gómez y Díaz-Castroverde, así como su inminente sucesor al frente del alto tribunal gallego, Ignacio Picatoste; el rector de la Universidade de Santiago de Compostela, Antonio López, y el arzobispo de Santiago, Francisco José Prieto, entre otros.

La gran ausente fue la alcaldesa de Santiago, la nacionalista Goretti Sanmartín, quien argumentaba el pasado sábado que la Medalla de Oro de Galicia es el «máximo honor» que concede el Gobierno gallego a personas o instituciones por sus méritos al servicio de la comunidad autónoma y, en este caso, la princesa Leonor «no ha dado nada meritorio a Galicia».

En el contiguo Hostal dos Reis Católicos, otros invitados pudieron seguir en directo la entrega de la medalla, que se celebró en el Pazo de Raxoi. Allí estaban 10 compañeros gallegos de la princesa en su formación a bordo del buque Juan Sebastián Elcano, que la arroparon en cuanto Leonor se trasladó allí tras concluir el acto protocolario.

En el claustro del parador, la princesa fue dándole la mano a todo aquel que le iba presentando el presidente del Ejecutivo gallego y dedicándole alguna breve palabra. Estuvo dejándose fotografiar y saludando con una sonrisa hasta poco antes de las 12.00 del mediodía.

A su salida del Hostal, pasadas las 12.05 horas, los curiosos por ver a la futura monarca ya habían aumentado a varias decenas y se agolpaban ante las vallas colocadas a modo de cinturón de seguridad con sus móviles en alto para cazar una instantánea de Leonor. «Guapa», «Galicia te quiere», fueron algunos de los gritos que le lanzaron entre algún tímido aplauso.

MANIFESTACIÓN DE GALICIA NOVA

Entre quienes no la piropearon ni la aplaudieron estaban unas 60 personas, convocadas por Galicia Nova –organización juvenil del BNG–, que se manifestaron en la cercana Praza de Fonseca en contra de que se le haya concedido la Medalla de Oro de Galicia.

Durante la concentración, han subrayado su «rechazo» a la monarquía y han reprochado que la entrega de la Medalla es un «lavado de cara a una institución antidemocrática y corrupta». Asimismo, han adelantado que se volverán a manifestar el próximo miércoles en Marín, donde los padres de Leonor, los reyes de España, presidirán la entrega de los reales despachos en la Escuela Naval, poniendo así fin a esta fase de la instrucción de la princesa.

Asimismo, preguntados por Europa Press por la decisión de la alcaldesa de no participar en el acto, han asegurado que «es un ejercicio de la más absoluta dignidad que demuestra el país que el BNG quiere construir».