El conselleiro de Presidencia, Xustiza e Deportes, Diego Calvo, ha rechazado que la Xunta deba «cesar a funcionarios» por sus «opiniones», tras las denuncias de varias organizaciones, entre ellas la CIG y el BNG, sobre el subdirector xeral de Inspección e Evaluación do Sistema Educativo, Enrique Prado Cueva, por varios artículos que publicó en Internet.
En estos escritos, por ejemplo, llama «clase ociosa» al profesorado, elogia a Vox y cuestiona que la legislación gallega de empleo público exija el conocimiento del gallego. Tras las primeras críticas de la CIG, el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, dijo que hablaría con este cargo defendió su «libertad de pensamiento».
Preguntado sobre esta polémica en la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta, Diego Calvo –quien ha sustituido en esta labor al presidente, Alfonso Rueda, que se desplazó a Oporto para un acto– ha dicho no ser consciente si esa conversación «se produjo o no», pero ha insistido en el derecho de los funcionarios, en este caso un subdirector xeral, a «tener su ideología».
El conselleiro ha calificado de «revelador que aquellos que se manifiestan en contra de esa neutralidad ideológica» de las instrucciones para el nuevo curso «sean los primeros en levantar la mano y pedir que se destituya a una persona con la que no están de acuerdo con su opinión».
«Nosotros creemos que los funcionarios tienen derecho a, lógicamente, tener su ideología y poder opinar libremente. Pedimos respeto. Imagínense ustedes que la Xunta de Galicia cesara a funcionarios que hacen declaraciones o que piensen distinto a como piensa el Gobierno. ¡Vaya follón tendríamos en la Xunta y en la sociedad!», ha manifestado Calvo.
Así, ha pedido «respeto» y que a «los funcionarios se les juzgue por su trabajo, que es lo importante y por lo que tienen que ser juzgados».