La Xunta defiende que se analizaron «todos» los contaminantes potencialmente peligrosos en la evaluación ambiental aprobada del proyecto de Altri en Palas (Lugo).
Este jueves, la asociación ecologista Adega ha reclamado a la Xunta que anule la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de Altri y desestime la solicitud de Autorización Ambiental Integrada (AAI) y obligue a la compañía a someter de nuevo al trámite de información pública la solicitud de autorización ambiental.
Adega hace esta reclamación porque esta declaración ambiental «incumple, a sabiendas, una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE» de la directiva 2010/75/UE. Y es que apunta que Altri «solo informa de cuatro sustancias contaminantes cuando tendría que haber informado de por los menos 25». «En aplicación del fallo europeo, la Xunta debería obligar a Altri a reiniciar todo el procedimiento de autorización».
Sobre esta cuestión, por parte de la Consellería de Medio se traslada a Europa Press que se cumplió con el análisis de contaminantes. Así, «a mayores del estudio de dispersión presentado por el promotor, personal técnico de la Dirección Xeral de Enerxías Renovables y Cambio Climático llevó a cabo una evaluación propia».
«En esta evaluación se observa que los resultados obtenidos se encuentran por debajo de los valores límite que establece la legislación en el Real decreto 102/2011, de 28 de enero, relativo a la mejora de la calidad del aire; y también por debajo de los establecidos en la Directiva (UE) 2024/2881 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 23 de octubre de 2024, sobre la calidad del aire ambiente y a una atmósfera más limpia en Europa que deben cumplirse antes de la fecha límite de 2030», sostiene Medio Ambiente.
Añade que también «se establece la obligatoriedad por parte del promotor de la instalación de dos estaciones de control de calidad del aire: una de ellas para la protección de la salud de la población y otra para la protección de la vegetación».
«Adicionalmente, se impusieron controles antes del inicio de la actividad, así como la repetición anual de las mediciones, ya una vez con la instalación operativa», agrega. Por último, se instalarán dos captadores de agua de lluvia, explica el Gobierno gallego.