El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha rechazado las críticas, con especial intensidad por parte del BNG, que ha recibido su Gobierno después de que el director xeral de Relacións Exteriores e coa UE, Jesús Gamallo, recibiese la semana pasada al encargado de negocios de la Embajada de Israel en España, Dan Poraz.
A preguntas de los medios, Rueda ha defendido que diferentes responsables de la Xunta llevan desde los inicios de la Autonomía «recibiendo a representantes diplomáticos» y ha rechazado hacer una excepción con el responsable de negocios de un país con el que, ha argumentado, «España y el Ministerio de Asuntos Exteriores mantiene relaciones diplomáticas».
«Es un encuentro normal y fue el director xeral ante una petición de entrevista como recibimos y recibiremos de muchísimos embajadores», ha esgrimido, antes de incidir en que, cada vez que se recibe a un embajador, la Xunta no lo comunica al Ministerio de Asuntos Exteriores. Sí se hace, ha agregado, a diferencia de lo que «cree» que sucede en otras comunidades, cuando se realiza «una salida fuera».
Tras esta reflexión, indicir en enmarcar en la normalidad el encuentro con Poraz, y «entendiendo y respetando» las opiniones «de todo el mundo», Rueda ha lanzado un aviso: «No admito lecciones de ética y moral de los de siempre».
Finalmente, Rueda ha sido preguntado acerca de si considera que Israel tiene que poner «límite» a la actuación que está teniendo en Gaza y, en este punto, sí ha querido contestar de forma «categórica»: «Sí, sin duda».