El presidente de Xunta, Alfonso Rueda, ha reafirmado este miércoles su apuesta por «dar entrada a la participación privada en la gestión del día a día» de la administración, para ganar en eficiencia, aunque ha matizado que debe hacerse con «un control adecuado».
Así lo ha trasladado durante su intervención en el almuerzo coloquio Capacita Directivos organizado en Vigo y ante decenas de directivos de empresas y entidades empresariales.
Según ha explicado, hay cosas «intocables» que, por el bien general, tienen que tener carácter público, pero ha advertido de que «la sacralización de lo público, decir que todo tiene que ser público es un disparate».
Al respecto, ha hecho alusión a la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que anuló parcialmente el decreto por que se regularon las las Entidades de Colaboración Ambiental (ECA) y se creó el registro de Entidades de Colaboración Ambiental de Galicia y el banco de personas expertas en evaluación ambiental, al entender que supone una privatización parcial de los procedimientos de evaluación ambiental.
Rueda ha confirmado que la Xunta recurrirá la resolución aunque «no es nada sencillo», y ha proclamado que sigue apostando, «salvaguardando lo sacrosanto de lo público», por dar entrada a entidades privadas en ese tipo de trámites. «Va en beneficio de todos. Si hay el control adecuado, no hay problema, no tiene por qué funcionar peor, no tiene que ser un desastre», ha apostillado, y ha puesto el ejemplo de la Cámara Municipal de Oporto (Portugal) que tiene «externalizada» la tramitación de permisos y ha logrado agilizar la implantación de empresas.
Por otra parte, se ha referido también a las «críticas iracundas y despiadadas» contra la Xunta por autorizaciones concedidas «previo informe de los técnicos», y ha puesto en valor el trabajo de los funcionarios, «que empeñan con su firma su futuro». «Por eso es tan injusto poner en duda por sistema lo que hacen los técnicos públicos, muchas veces con el apoyo del sector privado», ha añadido.
ABSENTISMO
Rueda, que en su intervención ha hecho un paralelismo entre el funcionamiento de las empresas y el de la administración, se ha referido también al problema del abstentismo, que también afecta a las estructuras de la Xunta y por eso el gobierno gallego es «el primer interesado en solucionarlo». «Tenemos muchos puestos que no pueden estar vacantes (…), una baja supone una cobertura inmediata», ha señalado, y ha recordado que la administración trabaja para impulsar «medidas valientes», aunque serán «criticadas», para reducir el absentismo.
Por otra parte, se ha referido a otros retos de las empresas, que la Xunta comparte, como la necesidad de planificación. En este ámbito, ha aludido a la importancia de contar con presupuestos en tiempo y forma. «Me hace mucha gracia escuchar eso de que da igual tener presupuestos que no tenerlos», ha ironizado.
Igualmente, se ha referido a la importancia de la conciliación y a la necesidad de «dar una vuelta» a la formación, porque los sistemas y recursos tradicionales no son aplicables al mercado de trabajo actual. En ese sentido, ha puesto en valor el impulso de la Xunta a las microformaciones, aunque ha lamentado que las actuaciones están «muy condicionadas» por las políticas estatales.
«NO NOS VAN A VENCER LAS PRESIONES»
Finalmente, el presidente de la Xunta ha proclamado que Galicia «tiene muchas oportunidades por delante» y ha animado a mantener la imagen de la Comunidad como un «lugar estable, con seguridad», que «no es hostil ni busca chivos expiatorios» y con «un sector empresarial unido».
Por ello, ha enviado un mensaje ante las situaciones que ocurren en Galicia «que no pasan en otros lugares», como «decisiones judiciales muy difíciles de entender» o «plataformas que surgen oponiéndose a proyectos que ni siquiera se conocen». «Pido a los empresarios que tengan ganas de invertir que no tengan dudas (…), no nos van a vencer las presiones ni de broma. Si un proyecto no es riguroso decimos que no, pero los que hagan bien las cosas, alfombra roja», ha proclamado.