El BNG ha reclamado al Gobierno central un plan de regeneración del río Miño, a través de una iniciativa de la senadora Carme da Silva que pide «parar los grandes saltos hidráulicos que se están tramitando».
«El Miño no puede funcionar bajo los intereses del gran lobby eléctrico», afirma la senadora que asegura que los problemas de los ecosistemas están llegando a un punto «de no retorno».
«Hay una enorme cantidad de saltos hidroeléctricos en la actualidad que están condicionando el caudal del río y su dinámica, haciendo que haya una gestión privada del río», apostilla.
En otro orden de cosas, desde el BNG se ha reivindicado que el Ejecutivo central «admita que la zona de Sálvora no sea el punto más adecuado para el vertido de dragados y lodos».
Lo hace en alusión a las preguntas planteadas por la formación nacionalista al secretario de Estado de Medio Ambiente y subraya el hecho de que que se apunte que por parte del Gobierno se está siendo «especialmente escrupuloso» en el análisis de los correspondientes informes para «evitar problemas de carácter ambiental».