Con la salida del hasta ahora portavoz parlamentario del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga, destino al Senado, el 30 por ciento de los escaños del Parlamento de Galicia habrán cambiado de ocupante respecto a los que se sentaron en el hemiciclo durante la sesión constitutiva de la X Legislatura celebrada el 21 de octubre de 2016.

A falta de menos de un año para la renovación de la Cámara, la única fuerza parlamentaria que no ha cambiado de caras respecto a 2016 es el BNG, mientras que el grupo mayoritario, el PPdeG, concentra la mayor parte de las sustituciones. Así, 52 diputados permanecen en sus escaños desde el arranque la legislatura: 26 del Partido Popular, ocho del PSdeG, doce electos por En Marea y los seis del BNG.

El grueso de los 16 relevos registrados en las bancadas del PP se produjo en el arranque de la Legislatura (entre noviembre de 2016 y febrero de 2017) y están ligados a su papel de partido de Gobierno. Así, en el primer pleno ordinario de la Legislatura ya entraron cinco nuevos diputados populares para sustituir a otros tantos dirigentes que abandonaron su escaño para ir a la Xunta.

En concreto, María Antón ocupó el escaño de Álvaro Pérez, director de gabinete de Alberto Núñez Feijóo; mientras que Daniel Vega recogió el acta por Lugo que dejó libre José Manuel Balseiro, elegido delegado de la Xunta en la provincia. Entonces también salieron de O Hórreo para ocupar las delegaciones de la Xunta en Ourense, Pontevedra y Vigo Marisol Díaz, José Manuel Cores Tourís e Ignacio López-Chaves, relevados por Antonio Mouriño, José Balseiros Guinarte y Alberto Pazos Couñago.

En diciembre de 2016 se produjeron otros tres cambios en el Grupo Popular: Feijóo se llevó al segundo nivel de su Gobierno al ourensano Antonio Rodríguez Miranda –secretario xeral de Emigración–, a la lucense Susana López Abella –secretaria xeral de Igualdade– y a la pontevedresa Nava Castro, responsable de Turismo. Les relevaron Carlos Gómez, Julia Rodríguez y María Ángeles García Míguez, respectivamente.

Fue a principios de febrero de 2017 cuando otros cinco dirigentes populares abandonaron la Cámara: los conselleiros Valeriano Martínez, Román Rodríguez y Jesús Vázquez Almuiña (que habían ido en la lista de Pontevedra), así como Ethel Vázquez y Ángeles Vázquez (por A Coruña). Les relevaron los pontevedreses Jacobo Moreira, Isabel Novo Fariña y Moisés Rodríguez Pérez; así como Gonzalo Trenor y Soraya Salorio, por A Coruña.

Otros cinco conselleiros de entonces no dejaron el acta, entre ellos dos hombres fuertes del Ejecutivo: Alfonso Rueda y Francisco Conde. Y es que Feijóo apostó por evitar lecturas sucesorias y, al tiempo, dejar una salida a Beatriz Mato y José Manuel Rey Varela, que en aquel momento se sentaban con él en el Consello de la Xunta, pero acabaron abandonándolo para pugnar por las alcaldías de A Coruña y Ferrol. Tras no lograr la gesta, permanecen ahora en su escaño de O Hórreo.

El siguiente cambio en el Grupo Popular llegó en junio de 2018, cuando Miguel Prado entró en la Cámara esta vez por un hecho luctuoso, el fallecimiento del exalcalde de Outes (A Coruña) Carlos López Crespo. Ya en octubre del mismo año y tras la última remodelación de Gobierno, el conselleiro de Medio Rural, José González (que mantiene su acta), se llevó como director xeral de Gandaría a José Balseiros Guinarte. Su acta por la provincia de Pontevedra la recogió Rosa Oubiña.

Finalmente, a raíz de las elecciones municipales de mayo de 2019, César Fernández Gil tuvo que abandonar la Cámara para ponerse al frente de la Alcaldía de Ribadavia (Ourense). En su lugar entró Jackeline Fernández.

SEIS CAMBIOS EN LAS FILAS SOCIALISTAS

Por su parte, los socialistas gallegos obtuvieron un total de 14 diputados en las autonómicas de 2016. De los diputados electos en estos comicios continúan en la cámara 8, después de que se afrontasen seis cambios.

Por la provincia de A Coruña, aunque el PSdeG se hizo con cinco escaños para la presente legislatura, la lista ya ha corrido hasta el número ocho. Así, las marchas de Juan Díaz Villoslada, que se fue al Ayuntamiento de A Coruña como edil, y Dolores Toja, abandonó la Cámara por cuestiones personales, supusieron la entrada de Teresa Porrit y Oscar Vilar Chento.

Con todo, estos no serían los únicos cambios por A Coruña. Y es que la reciente designación del que fuera candidato del PSdeG a las elecciones gallegas de 2016, Xoaquín Fernández Leiceaga, como senador por designación autonómica motivará la entrada de la socialista que ocupaba el octavo puesto de la candidatura, Encarna Liñeiro.

A su vez, el PSdeG realizó otro cambio por la provincia de Pontevedra, por la que obtuvieron cuatro escaños. En concreto, la marcha de Abel Losada al Ayuntamiento de Vigo propició la entrada del jefe de filas del PSdeG, Gonzalo Caballero, –ocupaba el número cinco de la lista– a la Cámara gallega.

Con su ascenso a la Secretaría Xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero nombró responsable de Organización a José Antonio Quiroga, el candidato que concurrió en el número tres de la lista por Lugo (provincia por la que obtuvieron tres escaños) y que abandonaría la Cámara para ocupar la presidencia de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, siendo sustituido por Patricia Otero, actual secretaria provincial del PSOE lucense.

Además, el fallecimiento del diputado Raúl Fernández obligó al PSdeG a afrontar otro cambio por Ourense. Así, entró la número tres de la lista, Carmen Rodríguez Dacosta.

EN MAREA, LEGISLATURA CONVULSA

En los tres años que van de legislatura, la que fue segunda fuerza en número de votos no solo ha experimentado la entrada de caras nuevas, sino también ha vivido una ruptura que, además de forzar su cambio de nombre, la ha relegado al tercer lugar entre los grupos parlamentarios.

Así, de las 14 actas logradas por el partido instrumental En Marea en las urnas, cuatro integran hoy el grupo mixto. La elección del senador por designación autonómica que correspondía al Grupo de En Marea por su condición de segunda fuerza fue el detonante de una división que existía ‘de facto’ desde casi el arranque la legislatura.

La primera salida tuvo lugar en abril de 2018, cuando Juan Merlo, electo por Pontevedra, renunció a su acta tras conocerse que había exajerado su currículum. Su dimisión se produjo en plena crisis interna por el caso de Paula Quinteiro, a quien Villares y la dirección política de En Marea exigían su marcha tras verse envuelta en un incidente con la Policía.

Con el respaldo de la mayoría de sus compañeros en la Cámara, Quinteiro decidió permanecer en su escaño en medio de una profunda crisis interna. Paralelamente, la lista de En Marea por Pontevedra (por la que también había sido electa Quinteiro) corría hasta el número seis para cubrir la baja de Merlo. Allí estaba un afín a Villares, Xoán Hermida, que no llegó a sentarse en el hemiciclo al renunciar a asumir un acta que cayó a la séptima de la lista, Julia Torregrosa (Podemos).

Tres meses más tarde, Magdalena Barahona ponía fin a su etapa parlamentaria y era sustituida por Flora Miranda, sexta en la candidatura de En Marea por A Coruña. La historia de Miranda en la Cámara apenas duró un año, pues decidió marcharse tras confirmarse la ruptura del Grupo Parlamentario. Su escaño recayó en Xan Xove, última incorporación del ya denominado Grupo Común da Esquerda.

La intrincada vida interna de la segunda lista más votada en las elecciones de 2016 podría vivir un último episodio en el caso de que se produzca una nueva baja entre los diputados electos por A Coruña. Y es que la siguiente en la lista es Mariló Candedo, cercana a Luís Villares, por lo que podría terminar en el mixto y darle así la opción de configurar grupo propio.