El portavoz del PP de Santiago, Borja Verea, ha mostrado su «preocupación» por la «imagen de ciudad» que deja la crisis en el grupo municipal socialista, tras confirmarse este viernes la expulsión de Gonzalo Muíños y de las tres concejalas que lo apoyan, y que, en su opinión, supone «una fractura total del pacto de gobernabilidad».
«Toda la ciudad está siendo testigo de este triste espectáculo donde los tres partidos están usando Compostela como un juguete. Este es el precio que está pagando Santiago cuando una persona con seis concejales de 25 quiere gobernar a toda costa», ha censurado Verea en declaraciones a los medios en los pasillos del Pazo de Raxoi.
Sobre cómo afronta ahora el PP local la nueva situación en la corporación, el portavoz popular ha insistido en que hablar ahora de otras cuestiones es «desplazar el foco» y ha reiterado que quiere ser alcalde «porque así lo deciden los santiagueses y no cogiendo atajos».
«Hay una realidad, yo gané las elecciones por goleada a BNG, Compostela Aberta y PSOE, pero reconozco que la alianza de estos tres partidos me ganó las elecciones. Me tocará en 2027 darle la vuelta», ha subrayado.
Asimismo, ha señalado que decisiones de partidos «minoritarios» están «tensionando la ciudad con el único objetivo ambicioso y desmedido de gobernar a toda costa». Por último, ha destacado que el gobierno de Goretti Sanmartín está al frente de la ciudad «porque así lo decidió el PSOE».