Podemos negociará con el PSOE un Gobierno de coalición en el que pretende ocupar, además de la Vicepresidencia para Pablo Iglesias, carteras sociales como Vivienda o Empleo que tendrán, esta vez sí, competencias muy definidas y concretas que posibilitarán que los morados tengan capacidad efectiva de tomar decisiones de gobierno.
Si bien desde ambos partidos no han realizado declaraciones oficiales con el objetivo de proteger la negociación, las fuentes consultadas por Europa Press apuntan a que para hacerse una idea del organigrama del futuro Ejecutivo, basta con fijarse en la negociación previa a la investidura fallida de julio.
Entonces, los morados quisieron dirigir Trabajo y Transición Ecológica, mientras que desde el PSOE les ofrecieron la Vicepresidencia Social para Irene Montero (Iglesias había sido vetado), y tres ministerios, que en un principio fueron el de Vivienda y Economía Social, la cartera de Sanidad, Asuntos Sociales y Consumo, y un Ministerio de Igualdad.
Durante ese periodo de conversaciones, desde el PSOE abrieron el abanico y en ese trío de carteras incluyeron Cultura, Agricultura, o Ciencia y Universidades. La negociación fracasó, pero sentó las bases para esta nueva etapa en la que sí hay voluntad de acuerdo, y aunque es posible que ni el número de ministerios ni la nomenclatura de los mismos concuerde, sí que puede servir como plantilla para esta segunda oportunidad.
De hecho, en Podemos aspiran a dirigir carteras sociales, como ocurrió en julio, pero con la diferencia de que, en esta ocasión, sí que irán dotadas de competencias. Es decir, si llevan Vivienda tendrán capacidad para parar desahucios e intervenir el mercado de los alquileres y lograr así bajar los precios. Lógicamente, si las carteras de Podemos son sociales, la vicepresidencia de Iglesias podría ir también en ese sentido.
En cambio, desde Podemos no quieren dirigir algunas de las carteras que estuvieron en el ‘bombo’ en julio, como la de Sanidad, un ministerio con escasas competencias e incidencia estatal dado que la gestión está derivada a las comunidades autónomas.
MINISTRABLES RECONOCIBLES
Dado que Unidas Podemos es un espacio político en el que confluyen varias fuerzas, se pretende que la mayoría de las familias estén representadas en el Consejo de Ministros. Así, alguno de los diputados de Izquierda Unida (Alberto Garzón, Yolanda Díaz) podría entrar, o incluso un perfil muy marcado como el de Juantxo López de Uralde, que tras fundar Equo se ha quedado con la bandera del ecologismo en el partido morado, motivo por el que podría ser candidato a ostentar la cartera de Transición Ecológica. Quien no parece tener opciones de estar en el Ejecutivo es el portavoz de En Comú Podem, Jaume Asens.
En todo caso, las personas que Iglesias elegirá para que le acompañen en su andadura en el Gobierno de coalición con el PSOE serán miembros reconocibles del trabajo parlamentario del grupo confederal. Por ejemplo, si ya en julio Irene Montero casi tocó la vicepresidencia, ahora es muy probable que acabe dirigiendo alguna de las carteras que ostenten los morados.
Otros de los dirigentes de Podemos que puede jugar un papel clave en el nuevo Gobierno podrían ser tanto Rafa Mayoral (muy ligado a las luchas de los colectivos sociales) como Pablo Echenique, persona de la máxima confianza de Iglesias que fue el encargado de liderar las negociaciones de julio y que ha sido hasta las autonómicas de mayo secretario de Organización de Podemos.
CALVIÑO Y CARMENA
Más allá de nombres, lo que sí parece más que probable es que en el nuevo Ejecutivo sólo haya ministros de PSOE y de Unidas Podemos. Es decir, fuerzas como Más País quedarían fuera de cualquier aspiración, sobre todo cuando ya el propio Errejón se presentó a las generales subrayando que él estaba ahí para desbloquear, sin pedir ‘sillones’ a cambio.
En este sentido, nombres como el de Manuela Carmena, en caso de que llegara a tener alguna responsabilidad, estaría más ligado a la órbita del PSOE y de Pedro Sánchez que a la de Íñigo Errejón. En ese caso, desde la formación de Iglesias no podrían objetar nada dado que ya avanzaron que no habría vetos por su parte.
En esta línea, tampoco cabría veto a la presencia de Nadia Calviño como vicepresidenta económica, a pesar de que el propio Iglesias en campaña acusó a la ministra de proponer políticas económicas más propias de la derecha para contentar a la Unión Europea.