El BNG ha mostrado sus recelos sobre la operación anunciada por la Xunta el pasado lunes para rescatar por 297 millones de euros la gestión de cuatro autovías en régimen concesional, un modelo de colaboración público privada que los nacionalistas consideran «ruinoso».
En una rueda de prensa celebrada este miércoles en el Parlamento de Galicia, el viceportavoz parlamentario del Bloque, Luis Bará, ha demandado al Gobierno autonómico que aclare las cifras sobre esta operación de rescate que piden que se extienda también sobre las autopistas AG-55 (A Coruña-Carballo) y AG-57 (Val Miñor).
Los nacionalistas han avanzado el registro de una batería de iniciativas con la que, en primer lugar, quieren que la Xunta «reconozca el error cometido» con un modelo para estas infraestructuras que ha acarreado «costes elevadísimos y gravosos paras las arcas públicas».
Además, reclaman al Gobierno autonómico que atienda la recomendación del Consello de Contas «y revise los incrementos de tarifas» que en 2014 adoptó para evitar la quiebra de las concesionarias para reducirlos hasta el año 2032 a lo «estrictamente indispensable» de cara a «asegurar la viabilidad financiera de los contratos».
Esta revisión cifrada en 44 millones de euros por Contas, según Bará, debería ir acompañada de una renegociación de las cuantías anunciadas por la Xunta para recuperar que las cuatro autovías pasen a manos de la administración, algo que también reclama para las autopistas de Carballo y Val Miñor.
Y es que, para el viceportavoz parlamentario del Bloque, las zonas por las que discurren estas autopistas de pago para los usuarios (las otras cuatro se financian con cargo a los presupuestos de la Xunta con el modelo de ‘peajes en sombra’) sufren un «agravio comparativo» al no ser rescatadas también.