El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha expresado la «máxima preocupación» de su Ejecutivo por la salud del gallego, pero ha asegurado que el «problema» del idioma está, bajo su punto de vista, «más fuera de las aulas que dentro», aunque se ha mostrado abierto a hablar sin líneas rojas para «intentar mejorar».
Ante las preguntas de los medios tras la reunión semanal del Consello de la Xunta, el titular del Gobierno gallego se ha pronunciado sobre el informe publicado el pasado viernes por el Instituto Galego de Estatística (IGE) que certificaba que el uso habitual del gallego continúa perdiendo peso en la Comunidad.
En concreto, los datos del estudio constataban que ya son más los ciudadanos que residen en Galicia y hablan siempre en castellano –un 29,66%– que los que deciden hacerlo en gallego –24,37%–. También que un tercio de los niños saben hablar «poco o nada» en la lengua cooficial de la comunidad.
Por su parte, Rueda ha subrayado otra lectura al esgrimir que lo que certifica dicho informe es que el índice de conocimiento en lectoescritura es «el más alto de la historia». En este sentido, ha defendido que «el 94% de los gallegos lo entienden, el 95% saben hablar este idioma, el 97% saben leerlo y, finalmente, el 85% saben escribir en gallego».
También se ha reafirmado en el impacto en el idioma de la llegada de inmigrantes, en la línea con lo planteado ya el pasado viernes por el responsable de Política Lingüística, Valentín García.
«Por lo tanto, en mi opinión, el problema no está tanto en la educación, porque los niños salen del colegio sabiendo hablar, escribir y entendiendo perfectamente el gallego, el problema está en el uso cotidiano», ha aseverado, antes de poner el foco «en las casas» y en la necesidad de promocionar y «prestigiar» el uso del idioma.
Por ello, ha hecho hincapié en que «hay que hacer lo posible por mirar esas cifras» e «intentar mejorar», pero ha incidido en que la cuestión está «más fuera de las aulas que dentro». Asimismo, ha apelado a hablar sin «líneas rojas» con el argumento de que, con consenso, se puede hablar de «cualquier aspecto». «Eso sí, con consenso y nunca con imposición», ha advertido.
REUNIÓN POR UN PACTO POR EL GALLEGO
Rueda ha lanzado este mensaje pocos días después de trascender el inform del IGE, pero también después de que la semana pasada el conselleiro de Cultura, Lingua e Xuventude, José López Campos, convocase a los grupos con representación parlamentaria (PPdeG, BNG, PSdeG y al diputado de Democracia Ourensana) para reunirse el próximo 24 de octubre con el fin de tratar de negociar un pacto por el gallego.
En este escenario, tras apelar a dialogar sin líneas rojas, el presidente de la Xunta ha incidido en que «el bilingüismo cordial» existente en Galicia es un «tesoro» que ha apelado a conservar y ha insistido en el mensaje de que tratar de imponer un idioma u otro «sería un error».
No en vano, en su intervención, el también líder del PP gallego ha destacado que el gallego es «una señal de identidad de las más importantes», pero ha reiterado su rechazo a cualquier «imposición» monolingüística (tanto a favor del gallego como del castellano) y ha insistido en que el conocimiento es relevante, pero debe primar «la libertad de elección».