La Xunta ha autorizado al Ayuntamiento de Lugo a traslocar los 96 ejemplares de mejillón que se encuentran en la zona donde prevén instalar una rampa al río Miño y que se verían afectados por esta pasarela. Sin embargo, también ha exigido que se realicen «dos comprobaciones sucesivas» pasadas 48 y 72 horas de la extracción de los moluscos.
Según ha denunciado el gobierno local lucense en una nota de prensa, estos nuevos requisitos «no evidencian» la colaboración ofrecida por la Xunta, ni tampoco «el compromiso y celeridad» de la que se habló.
Por otra parte, la alcaldesa de Lugo, Paula Alvarellos, ha recordado que la administración autonómica «dispone» de la solicitud de traslocación de los moluscos «desde inicios de la semana», pero ha comunicado este viernes esta resolución que «supondrá nuevos atrasos».
En esta línea, la regidora ha lamentado que este proceso administrativo «podría haberse resuelto en horas», pero por el contrario, llevan «casi una semana de espera».
De este modo, Alvarellos ha instado este viernes al Gobierno gallego a «cumplir» con ese «compromiso y celeridad» que la directora xeral de Patrimonio Natural «adquirió» con ella en una reunión celebrada en el mes de julio.
«Estos nuevos condicionantes, después de tener este trámite paralizado durante cinco días, no parecen un gesto de la cooperación que verbalmente nos brindaron, y redunda en la discriminación a la que durante tantos años la Xunta lleva sometiendo a la ciudadanía lucense, al impedirnos poner los medios para que los vecinos puedan acceder cómodamente al río para disfrutar de un baño en el Miño», ha esgrimido la alcaldesa.
Con todo, el Ayuntamiento lucense ya ha comunicado al Gobierno gallego su intención de realizar la traslocación el próximo lunes 26 de agosto. Además, el gobierno local ha incidido en que trasladar los mejillones a un punto cercano y habilitar la rampa son tareas que pueden hacerse en «muy poco tiempo» y «con todas las garantías», por lo que ha reiterado que es «preciso» que la Xunta «cumpla su palabra».