La junta de gobierno local del Ayuntamiento de Santiago ha acordado suspender durante un año las licencias y comunicaciones previas de actividad relacionadas con el turismo, la hostelería o el uso residencial en el casco histórico para estudiar cómo proteger el comercio de proximidad y fijar población en la zona vieja.
Así lo ha avanzado este lunes la alcaldesa, Goretti Sanmartín, en un desayuno informativo organizado por el Ejecutivo local al cumplirse un año de la toma de posesión.
Con esos objetivos, la regidora ha explicado que van a estudiar «los ejes comerciales» de la ciudad histórica, analizar qué actividades hay y sus usos. Por eso, se suspenden las licencias y comunicaciones previas para decidir «cuál es el camino» que quieren tener en «el fomento del comercio de proximidad».
De este modo, el Gobierno local espera que la gente «decida quedarse a vivir en la zona vieja». «Con la idea de fomentar las actividades comerciales aprobamos ese inicio del proceso para una modificación puntual del plan especial, justamente con esa idea de fijar población y hacer ese estudio que determine hacia dónde tienen que ir esos usos y cuáles son las actividades que tenemos que preservar», ha manifestado.
AFECTACIÓN
Mientras, el edil de Urbanismo, Iago Lestegás, ha destacado que igual que se habla de «la importancia de proteger el uso de las viviendas», también es necesario «proteger el comercio de proximidad».
El plazo, ha especificado, es «como mucho de un año o hasta que se apruebe la modificación» en la que trabaja su departamento. Así, se suspenden los actos sujetos a licencias y comunicaciones previas que supongan nuevos usos residenciales en planta baja o las comunicaciones previas para implantación de nuevos usos de carácter terciario, también en planta baja, entre otros.
Como excepciones, esta suspensión no se aplicará cuando el local ya tenga una licencia de obras para esa actividad; en el caso de comunicaciones previstas de primera ocupación de viviendas que ya tengan licencia; o a oficinas que no tengan carácter turístico (locales de cambio de moneda, consignas de equipaje o free tour, por ejemplo), así como al comercio de proximidad que se pretende proteger.