La sesión de control en el Parlamento de Galicia, tras la multitudinaria manifestación del domingo en Palas de Rei (Lugo), ha servido para certificar la discrepancia entre las posturas del BNG, verbalizada por su líder, Ana Pontón, quien ha instado a la Xunta a «rectificar», y el presidente autonómico, Alfonso Rueda, que se ha reafirmado: «Vamos a escuchar a los técnicos, digan lo que digan».
Pontón ha arrancado su pregunta a Rueda con una petición al presidente gallego de que «escuche a los miles de gallegos» que en la manifestación defendieron «la vida» frente al proyecto de fábrica de fibras de fibras textiles a base de celulosa que planea en Palas «una multinacional portuguesa de ganchete» con Greenalia –donde, ha recordado, trabaja Beatriz Mato, exconselleira de Medio Ambiente–.
En la línea, ha añadido que produce «vergüenza ajena» y resulta «bochornoso» ver al mandatario gallego ejercer «de comercial» de una firma que busca implantar en Galicia «una celusosa, una bomba ambiental, que no quieren en Portugal». Por su parte, Rueda ha afeado al BNG su «demagogia» e «incoherencia» y le ha echado en cara el apoyo de iniciativas parlamentarias cuando, ha firmado, «conocían los mismos datos que ahora».
«Lo único que ha cambiado es que pasaron las elecciones autonómicas», ha esgrimido Rueda, quien ha leído también un fragmento de una carta que años atrás dirigió el exalcalde de Ribadeo Fernando Suárez (BNG), cuando aún era regidor, en la que ofrecía el municipio como sede del proyecto de Altri. Pontón, quien ha admitido el apoyo inicial del BNG, ha contrapuesto que lo que realmente «cambió» es que el proyecto se dio a conocer «el 20 de febrero», tras las gallegas.
Rueda, por su parte, le ha echado en cara la «tergiversación de datos» y el «engaño» a los gallegos, y ha sido contundente a la hora de reafirmar su postura. «Vamos a escuchar a los técnicos», ha garantizado, antes de afear a Pontón que diga «defender» la Función Pública pero luego trate de hacer ver que, con independencia de lo que expresen «en un análisis objetivo», el que tiene «razón» es «el Bloque y sus intereses políticos».
A renglón seguido, ha reprobado que la líder nacionalista «hable de datos físico químicos» como si fuese «una experta», algo a lo que, ha dicho, él «no se atrevería» porque no es un especialista. «Pero tengo técnicos y confío en lo que me digan. Quiero lanzar un mensaje de tranquilidad a los gallegos. La Xunta no autorizará nada que no cumpla escrupulosamente todos los criterios», ha garantizado.
Eso sí, ha agregado que la Xunta «tampoco permitirá» que el futuro industrial de Galicia «lo intenten decidir como siempre quieren, pero nunca consiguen, el BNG y sus organizaciones satélites». Así, ha sacado a colación el resultado de las elecciones gallegas del 18 de febrero, y ha recordado que los gallegos otorgaron la mayoría absoluta al PPdeG. «No fallaremos a Galicia», ha garantizado.
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