En Común Unidas Podemos ha mostrado su satisfacción por la salida de los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos, lo que supone «un pequeño paso» para «reconstruir la memoria democrática» de España, aunque avisan que «queda mucho por hacer».
«Hay que solicitar con claridad que no tengamos que esperar a una nueva campaña para que el Pazo de Meirás, la Casa Cornide y tantas piezas que aún soy patrimonio de la familia Franco pasen a ser patrimonio público», ha indicado el candidato por A Coruña de la coalición, Antón Gómez-Reino, quien ha ofrecido declaraciones a los medios junto a la número uno por Pontevedra, Yolanda Díaz, desde, precisamente, el complejo ubicado en el Ayuntamiento de Meirás.
Por su parte, la ferrolana ha manifestado que «el éxito» de la salida de los restos de Franco del mausoleo «no es de nadie», sino que este jueves tiene que una jornada dedicada «a las víctimas» del régimen y a las asociaciones de memoria histórica «que llevan trabajando 40 años para ver salir al dictador» del Valle de los Caídos.
Un lugar que, para En Común y con los restos de Franco fuera de él, debe convertirse en un espacio de divulgación sobre «la brutalidad del régimen franquista» y de homenaje «a los vencidos».
«Esa es la misión principal para el Valle: explicar qué fue lo que pasó en este país, que tuvo uno de los regímenes fascistas más brutales», ha incidido Gómez-Reino, que ha puesto el foco en que existe «una deuda histórica» con las personas «que hicieron llegar la democracia» a España.
ACABAR CON LA «IMPUNIDAD»
Además de la recuperación de los bienes «expoliados» durante la dictadura, En Común reclama acabar «con la impunidad del franquismo» a través de la modificación de «una legislación que impide investigar los crímenes cometidos por el régimen.
«Antón Gómez-Reino y yo fuimos portavoces de la modificación de la Ley de Amnistía, que podría investigar los crímenes franquistas. Pero los votos de PP, Ciudadanos y PSOE lo impidieron», ha asegurado Yolanda Díaz, que también solicita la eliminación de los nombres franquistas del callejero y la ilegalización de la Fundación Francisco Franco. «No hay mayor anomalía democrática que esa. Es inconcebible en cualquier país democrático», ha apostillado.