El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el líder del PSdeG, Gonzalo Caballero, han protagonizado un nuevo enfrentamiento dialéctico en la Cámara, esta vez con el foco «en la centralidad». Y es que, mientras el dirigente socialista ha situado a Feijóo «echado a la ultraderecha» y le ha afeado los pactos del PP con Vox, el de Os Peares ha contraatacado incidiendo en los acuerdos del PSOE con independentistas.
«Los que gobiernan con soberanistas, populistas e independentistas no pueden dar lecciones de centralidad en Galicia», ha sentenciado Feijóo, a quien el líder socialista le había recordado antes que esta semana está previsto un acto electoral en Vigo del líder de Vox, Santiago Abascal, y le instó a «romper los pactos con la ultraderecha».
Previamente, Caballero también lamentó que Feijóo «no haga rectificar a su alcalde en Sanxenxo (Telmo Martín)» con «exabruptos» como el de afirmar que quienes critican la situación del sistema sanitario público son «populistas de mierda». «Está echado a la ultraderecha», ha lamentado, además de subrayar que «su contundencia» en las sesiones de control es «proporcional a su falsedad».
«Muy bien, señor Caballero. Mi contundencia es inversamente proporcional a su incontundencia. Y nadie sabe de lo que habla, aunque hace mucho ruido y de forma muy solemne», ha esgrimido Feijóo, quien se ha congratulado de que los populares sean capaces de gobernar en Galicia «sin caer en tentaciones populistas ni rupturistas».
«Gobernar sin que nos quiten el sueño», ha apostillado, en referencia a la expresión usada por el presidente Pedro Sánchez en relación a un posible gobierno con Podemos. «Ustedes son los que no entienden la centralidad porque no tienen proyecto para el país. Viene aquí a dar mítines», ha lamentado, antes de instar al socialista a, si lo desea, seguir acudiendo a la Cámara cada 15 días «a dar un mitin para 14 personas».
Para el dirigente de Os Peares, «como no hay proyecto», el PSdeG se centra en el «eslógan de sacar a Feijóo de la Xunta». Y mientras en Galicia ha apuntado que pactan con el BNG, «que quiere anular la sentencia del Supremo» sobre el ‘procés’, en varias zonas de España «gobiernan con Podemos, Bildu o con los independentistas catalanes». De hecho, ha subrayado que en Cataluña gobiernan con independentistas «en 43 ayuntamientos y la Diputación de Barcelona».
Así las cosas, Feijóo ha concluido que, aunque «el PSOE se envuelva en la bandera de España» para el 10N y mientras «protege» a los independentistas, los socialistas ya no tienen «credibilidad». «¿Condena la declaración de autodeterminación que acaban de hacer sus socios en Cataluña? ¿Nos puede acreditar que romperán estos acuerdos con independentistas?», se ha preguntado.
«INSULTADO» POR VOX
«¿Le va a decir al líder del PP que rompa sus acuerdos con Vox o seguirá siendo cómplice de ese viraje a la ultraderecha?», ha insistido Caballero, quien ha replicado a Feijóo que no los socialistas «no» defienden el derecho a la autodeterminación, antes de reivindicar la opción «de la izquierda progresista» frente a los populares, que tienen a Vox «como aliado».
También ha sugerido que el PP debería «pedir disculpas» por haber afirmado que en Madrid habría «un gobierno Frankenstein» y le ha recordado que, si hay elecciones en noviembre, es precisamente porque el PSOE «no pactó con independentistas». Lejos de ello, ha subrayado que, cuando correspondió, «se mantuvo leal en la aplicación del 155».
Feijóo ha respondido que, si hay un político «insultado» por Vox, ese es él, a quien la formación ha tildado recientemente de «nacionalista progre». «Y para el BNG soy un centralista irredento. ¿Ve cómo los extremos no tienen la razón?», ha preguntado el presidente de la Xunta, quien se ha situado en la centralidad.
Enfrente, ha situado a Caballero, «un fenómeno de la política». «Debe interesarle que Vox saque muchos votos y por eso hace de telonero», ha añadido Feijóo, antes de censurar el papel del socialista gallego, «que parece un altavoz de bluetooth desde Ferraz», y su «servilismo».
En el polo opuesto, ha asegurado que él no es «servil» a ningún gobierno de España, esté el partido que esté al frente, sino solo «con los trabajadores de Galicia».