La portavoz del BNG en Europa, Ana Miranda, se ha dirigido a la Comisión Europea en una pregunta escrita para denunciar el proyecto de construcción del túnel de la Porta do Sol de Vigo, que será cofinanciado por los fondos europeos Feder y, a su juicio, tendrá «consecuencias medioambientales negativas».

«Queremos preguntarle a la Comisión cómo valora la construcción de un túnel en el centro de la ciudad, que supondrá aumentar el tráfico y la contaminación, cuando los objetivos de los programas de Crecimiento Sostenible instan justo a lo contrario», ha destacado Miranda, según recoge el BNG en un comunicado.

En este sentido, la portavoz nacionalista ha criticado que desde el Ayuntamiento de Vigo «no se barajen otras alternativas» que permitan crear rutas en el ámbito histórico y cultural de la ciudad que fomenten el uso peatonal y ciclista.

«Teniendo en cuenta que parte de la inversión de este proyecto procede de los 15 millones concedidos por Europa de los fondos Feder al denominado Vigo Vertical con el objetivo de mejorar la accesibilidad de la ciudad, hacer un túnel que corte drásticamente el casco viejo no es la mejor opción», ha señalado Ana Miranda.

PARTICIPACIÓN CIUDADANA

También ha lamentado que el gobierno local «incumpla la normativa europea de derecho de acceso y participación» en la información relativa al medioambiente «y que no tenga en cuenta la opinión de los vecinos afectados».

Además, Miranda ha alertado de que la construcción de esta infraestructura «supondrá ahondar en la fractura ya existente en el caso antiguo vigués», ya que prevé una fosa y dos rampas en una calle «muy estrecha». «Por no hablar de la alta probabilidad de encontrar restos arqueológicos y cimentaciones antiguas sin documentar», ha subrayado.

«Es terrible el desprecio con el que se habla en esta ciudad del patrimonio histórico y cultural. En lugar de mimarlo y protegerlo se pretenden hacer obras que pueden poner en peligro lo que aún existe, sin llevar a cabo un estudio serio de cuáles son las mejores actuaciones para preservarlo de forma compatible con las directrices europeas», ha sentenciado Ana Miranda.