El candidato del PSdeG a la presidencia de la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, se ha comprometido a garantizar una gestión forestal «eficaz» en los montes vecinales para aumentar el PIB un 1% y «generar 120 millones de euros para los comuneros».
Besteiro, junto al secretario xeral de los socialistas gallegos, Valentín González Formoso, se ha reunido con el Patronato de la Fundación Arume, dedicado a la defensa del pino y la explotación sostenible y eficaz de los montes gallegos con esta especie.
Allí, tal y como ha trasladado el PSdeG en una nota de prensa, Besteiro se ha comprometido a cooperar con el sector privado de la silvicultura para generar riqueza y ha ejemplificado «el fracaso de la gestión de los montes públicos por parte del PP», que en los últimos 30 años «obtuvo una productividad 10 veces inferior a la que se obtiene en los montes particulares».
Ante esto, ha defendido que los socialistas apuestan por un cambio. «La mala gestión del PP está produciendo un descenso en los ingresos de las comunidades de montes gestionadas por la Xunta de unos 65.000 euros anuales o, lo que es lo mismo, se han perdido 650.000 euros por monte en la última década. Bastaría una gestión eficaz y sostenible en el 60% de la superficie para multiplicar la producción. Esto generaría más de 120 millones de euros anuales para los comuneros y añadiría un punto al PIB gallego una vez que esta materia prima entrara en la cadena de la transformación industrial», ha asegurado Besteiro.
Para el candidato socialista, «la ventaja estratégica» frente a otros sectores es que el forestal «tiene que estar cerca del recurso y no se puede deslocalizar hacia otras áreas o terceros países», por lo que «garantiza el desarrollo industrial y económico del país y la creación de puestos de trabajo de calidad».
«PILAR DEL DESARROLLO RURAL»
Asimismo, Besteiro ha destacado el sector forestal como «uno de los pilares del desarrollo rural de Galicia, junto con la agricultura y la ganadería», y ha subrayado la importancia del uso productivo del territorio a través de los pastos, cultivos y tierras de labor, porque «protege el monte de los grandes incendios forestales actuando como un cortafuegos natural».
«Nuestro enemigo común, como sociedad, es el abandono de la actividad en el agro y en el monte, porque redunda en una transformación estructural del territorio que hace imposible atajar los fuegos. Unos incendios que con la emergencia climática serán cada vez más frecuentes e intensos», ha reconocido.
Del mismo modo, también ha hecho hincapié en la necesidad de invertir en formación e innovación en el monte gallego, pero también en los aserraderos «principal fuente de empleo industrial en muchos de los ayuntamientos del rural gallego» y en la cooperación con las grandes empresas «tractoras de muchas empresas auxiliares».
Por último, el también diputado en el Congreso se ha referido a la necesidad de consolidar los mercados de remuneración de CO2 para los propietarios forestales.
«El monte gallego absorbe la mitad de las emisiones de los vehículos de España. Si quien contamina paga, quien descontamina debe ser remunerado. Y el dinero por captación de carbono supondrían una renta adicional muy importante para comuneros y propietarios», ha relatado.