Los reproches a las negociaciones del Partido Socialista con las fuerzas independentistas de cara a la conformación de un gobierno del Estado han estado presentes con fuerza en el discurso que ha pronunciado este lunes el presidente gallego, Alfonso Rueda, durante el Debate sobre el Estado de la Autonomía que acoge el Parlamento gallego.
En la que es su primera intervención en un debate de política general, Rueda se ha mostrado muy crítico con las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez al considerar que ponen en riesgo la «equidad» entre los territorios del Estado.
«La España y Galicia de nuestros hijos y nietos no pueden ser lugares asimétricos», ha sentenciado el mandatario autonómico en su intervención con la que ha arrancado el Debate anual sobre política general a las 10,00 horas de este lunes en el Pazo do Hórreo.
En un discurso que se ha prolongado una hora y media, el presidente se ha mostrado convencido de que «la trayectoria democrática de España demuestra que el marco constitucional no puede ser moneda de cambio para intereses electorales de corto plazo». «Un gobierno, o más bien, un presidente no pueden ganar una prórroga de unos meses o unos años a costa de sacrificar el más elemental principio de igualdad entre todos los ciudadanos», ha dicho.
Tras ello, ha subrayado que la «concadenación de deudas» o la amnistía a políticos por su participación en el ‘procés’ tiene «una consecuencia clara y directa» en la situación de Galicia. «Los intereses individuales no pueden prevalecer sobre los generales. Quitarles a unos para darles a otros no es ser generosos», ha sentenciado.
COMPROMISOS PENDIENTES Y «LISTA DE EXIGENCIAS»
Tras sus criticas a las negociaciones para la investidura, Rueda ha aprovechado para volver a subrayar los compromisos pendientes del Estado con Galicia. Además, ha asegurado que el Gobierno gallego nunca «estará subordinado» a los intereses del Ejecutivo estatal «sea cual sea» su color político. «Aquí, mientras de nosotros dependa, seguiremos teniendo autonomía de criterio y de acción», ha afirmado.
En este sentido, ha asegurado que las nuevas «urgencias» que parece asumir el Gobierno del Estado no pueden implicar que se desplacen cuestiones de interés para Galicia y dicho que ni siendo «generosos» se puede calificar como «pobre» el cumplimiento por parte del Gobierno de Sánchez con la Comunidad gallega.
Así, ha asegurado la Xunta lleva tiempo con la «desagradable e injusta sensación de que cualquier demanda, por el hecho de proceder de Galicia, es automáticamente descartada». «Pero la lista de exigencias no es mía, emana de los gallegos y las seguiré defendiendo en todos los foros», ha subrayado.
Dicho esto, ha avanzado que este martes trasladará al ministro de Industria en funciones, Héctor Gómez, la «lista de exigencias» de Galicia. «Espero que esta vez sea receptivo», ha indicado.
Además del traspaso de la AP-9, la finalización de los viaductos de la A-6, la llegada de los trenes Avril y una financiación justa para el Corredor Atlántico de Mercancías, Rueda ha señalado que seguirá «defendiendo que se movilicen ya los fondos europeos para la industria». «Esos 21.350 millones de euros, más del 60% del total, que aún no llegaron a empresas como Stellantis, Altri o Resonac, que pueden crear empleo y riqueza en Galicia o en otros muchos lugares de España», ha defendido.
GALICIA, «ISLA DE ESTABILIDAD»
Todo ello en un debate que el máximo mandatario autonómico ha abierto y cerrado con una defensa de la «estabilidad» de su gobierno y destacando la «lealtad» Galicia con el resto de España.
«La estabilidad, la lealtad con el resto de España y la gestión responsable nos permite ejercer el autogobierno con fuerza política, con autonomía financiera y con autoridad moral para defender aquellos en lo que creemos y denunciar lo que consideramos incorrecto», ha sostenido.
En esta línea, ha incidido en que la Comunidad gallega prosperó «siempre» desde el más «estricto respeto» a las reglas del juego y que su progreso y bienestar no se construyó «contra nadie ni a costa de los demás», sino «gracias al buen hacer» de los gallegos.
Precisamente, en un contexto en el que está en el aire la fecha en la que se celebrarán los comicios autonómicos, que tocarían en 2024 si no hay adelanto electoral, Rueda ha aprovechado el cierre de su discurso para incidir en la idea de «estabilidad» y ha dicho: «Mientras los gallegos y gallegas quieran» Galicia «seguirá siendo esa isla de estabilidad».
«Vamos a trabajar para seguir siendo previsibles. Vamos a trabajar para seguir siendo fraternales. Vamos a trabajar para seguir siendo responsables, un gobierno responsable es lo que la gente quiere y lo que la gente exige. Vamos a trabajar para seguir inspirando confianza», ha apuntado.