La Comisión Europea ha reconocido este miércoles la importancia de los lobos en los hábitats naturales pero ha advertido de que es «una parte de la historia» al destacar la gravedad de los crecientes conflictos con las comunidades locales, que «hay que tomarse muy en serio».
Así lo ha señalado la comisaria europea de Servicios Financieros, Estabilidad Financiera y Unión de los Mercados de Capitales, Mairead McGuinness, que ha representado al Ejecutivo comunitario en el debate sobre la revisión de la protección del lobo este miércoles ante el pleno de la Eurocámara en Estrasburgo (Francia).
El asunto es controvertido en distintos Estados miembro, incluido España, y la propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, informó en noviembre de 2022, en una respuesta a su familia política, el Partido Popular Europeo, de que había solicitado a sus servicios un «análisis en profundidad» sobre el impacto de la recuperación del lobo. Aquella toma de posición de la política alemana se produjo poco después de que, según relató más tarde la prensa de su país, un lobo matara un pony de su propiedad.
En respuesta a la evaluación de la protección del lobo anunciada por Von der Leyen, el eurodiputado ‘popular’ Norbert Lins, ha señalado que espera «con impaciencia» una propuesta de la Comisión para modificar el estatus del lobo y ha apremiado a establecer un calendario para tranquilidad del sector agroganadero.
Por contra, el eurodiputado socialista español César Luena, ha advertido de que la presidenta de la Comisión «se ha equivocado» y «corre el riesgo de avivar la confrontación», frente a lo que ha animado a garantizar la coexistencia para proteger el lobo y adoptar medidas de prevención y de compensación para los ganaderos.
Mientras, los grupos de los verdes y la izquierda europea han defendido el valor del lobo, al tiempo que han acusado a los ‘populares’ de ser ‘populistas’ en la materia y han invitado a regresar a un «debate sensato».
«La presencia del lobo es una amenaza y un factor de presión en la agricultura», ha afirmado, por su parte, el liberal Ulrike Müller, mientras que ha abogado por apoyar y dar seguridad jurídica a las regiones para que puedan afrontar el problema.
Por último, los grupos de extrema derecha de los reformistas y conservadores e identidad y democracia han alertado de que el lobo se han convertido en «una amenaza para el ganado y potencialmente para los seres humanos mientras los agricultores tienen prohibido defenderse de estos ataques» y han acusado una «hiperprotección» de los lobos en detrimento de los ganaderos alegando que ya «no es el lobo el que está en peligro de extinción, sino las personas de las zonas rurales».
Tras escuchar a los eurodiputados, la comisaria ha asegurado que garantizar la coexistencia de lobos y ganaderos es el escenario «más deseable» y ha garantizado que Bruselas respetará todas las opiniones, por lo que espera poder llegan a una conclusión que satisgafa a todos ya que «es importante restaurar la naturaleza pero también tener en cuenta las reclamaciones de los agricultores en relación a este importante debate».