El primer pleno de la Cámara gallega de este curso no ha pasado por alto el clima político nacional y la situación incierta sobre la investidura de la Presidencia del Gobierno, con la fecha del 26 y 27 de septiembre como primer termómetro y puesta a cero del contador para lograr un nuevo ejecutivo o elecciones.

Así, el PPdeG ha llevado una iniciativa defendida por el diputado Adrián Pardo que busca que el Parlamento exprese el «firme compromiso en la defensa de la Constitución de 1978 y de los valores democráticos que se ven reflejados en su artículo primero», en el que se define al país como un estado social y democrático de derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, justicia, igualdad y pluralismo político.

En la defensa de la iniciativa, que también reivindica la independencia del poder judicial, el diputado Adrián Pardo arremetió contra el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, al que acusó de preparar un «pago» a los independentistas y de llevar a cabo «el mayor ataque» a la institución judicial.

Pardo dijo que los socialistas «atacaron» al poder judicial para «minar la confianza de la ciudadanía» en la independencia judicial y enumeró los que consideró estos «ataques», entre los que incluyó el nombramiento de Dolores Delgado al frente de la Fiscalía General del Estado o la «ley más chapucera de la democracia», la conocida como Ley del solo sí es sí.

Pardo ironizó con que Pedro Sánchez «no miente, sino que cambia de opinión» y acabó por concluir que tiene «una máxima: donde dije digo, digo Pedro». También acusó a los socialistas de «triturar opiniones» y de denostar a la «vieja guardia socialista», la cual acaba siendo, concluyó, «cualquiera que se quedase en el argumentario de PSOE de hace tres meses». Todo ello, para acabar preguntado a los socialistas gallegos si «están a favor de la amnistía» a los políticos del Procès.

Enfrente, la diputada del PSdeG Paloma Castro ironizó con el «buen discípulo» de Feijóo que es el parlamentario popular, al que acusó de contribuir a la «política de cloaca» con un discurso «de estilo trumpista».

RÉPLICAS POR FEIJÓO

Frente a las críticas a Sánchez, Paloma Castro le echó en cara que «Feijóo pisó la meseta y quedó al descubierto». «Nadie duda de que es un mentiroso», al respecto de lo que enumeró diferentes titulares contrapuestos con declaraciones de Feijóo sobre temas como la violencia machista, educativa o la propia «derogación del Sanchismo» para luego decir que «no entra» en sus propuestas derogar la reforma laboral o el impuesto a la banca, junto con el «bochorno» de Extremadura.

Por su parte, el diputado nacionalista Luís Bará advirtió al PP que la «única amnistía» que hubo en España fue la «amnistía fiscal» que hizo el PP y que benefició «a 30.000 evasores» y censuró que se «atrevan a defender sin rubor la independencia del poder judicial», después de mensajes como el que tracendió –y que citó– de que con Marchena en el Supremo se controlaría «la sala segunda desde detrás».

Pardo aprovechó su turno de cierre para censurar que PSdeG y BNG no hubiesen pedido «disculpas» por la ley del solo sí es sí y ha acusado a los nacionalistas de «no importarle la igualdad de los gallegos» al tener «como socios a Bildu y ERC» y estar, según dijo, «al dictado de Junqueras y Otegi».

Pardo también acusó a los socialistas gallegos de «no ser un partido, sino una sucursal de Sánchez y por eso reniegan de históricos como Paco Vázquez». «Un PSdeG que no sabe donde está y están a ver quién es el más sanchista», ha sentenciado en el debate de la iniciativa, que se votará este miércoles.

IGUALDAD EN EL DEPORTE

En la sesión plenaria también se coló las acciones de Luis Rubiales a una jugadora de la Selección de Fútbol aprovechando una iniciativa impulsada por el diputado Julio Torrado sobre la igualdad en el deporte, lo que motivó que la diputada del PP Lupe Murillo arremetiese contra el socialista por incluir esta cuestión porque, según ella, desviaba el origen de la iniciativa como tal.

Así, los socialistas, y con el apoyo expresado también por el BNG, quieren que la iniciativa condene la actitud de Rubiales y también promueva la destitución del presidente de la federación gallega, Rafael Louzán, a quien consideran que el cambio de sus palabras –de decir que era un «error» a defender la salida de Rubiales– se deben a una cuestión personal para mantenerse en el cargo.

La diputada del PP, que presentó inicialmente una enmienda y la retiró antes del debate de este pleno, criticó que los socialistas incluyesen este punto, porque desviaba –dijo– el objetivo de la iniciativa inicial y dio por cerrado el caso del «socialista» –reiteró en varias ocasiones– y «protegido de Sánchez» Luis Rubiales con su salida de la federación.

Precisamente, Julio Torrado dijo que ahí se situaba el núcleo del problema y que lo que se necesitaba era remover todo para acabar con el «machismo» en el deporte y especialmente en el fútbol, puesto que la salida de Rubiales no acababa con la situación global y denunciada por las jugadoras desde hace años. Es más, citó unas palabras de la fubtolista galelga Vero Boquete para advertir del riesgo de lo que ella dijo, que estaban a punto de «ganar una batalla y perder la guerra».

Por su parte, el diputado del BNG Daniel Catro denunció que la Xunta se posicionase en «salvar al soldado Louzán» y ha visto como único aspecto positivo de lo ocurrido en el Mundial femenino que sirviese para ver que el «machismo lo inunda todo».