El Gobierno ha pedido este jueves al Consejo de la Unión Europea (UE) iniciar el proceso para que el catalán, el euskera y el gallego sean consideradas lenguas oficiales en el régimen lingüístico de la Unión mediante la modificación del correspondiente Reglamento.
Así lo ha expresado el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación en funciones, José Manuel Albares, en una carta dirigida a la Presidencia del Consejo de la UE, que actualmente ostenta España, y con copia a la secretaria general del Consejo, Thérèse Blanchet, a la que ha tenido acceso Europa Press.
En ella, el jefe de la diplomacia ha trasladado la decisión del Gobierno de incluir las «lenguas españolas distintas del castellano que gozan de estatuto oficial en España» en el régimen lingüístico de la UE.
«Se agradecería el inicio de los procedimientos de modificación previstos en el Consejo», ha señalado Albares, que ha solicitado la inclusión del asunto en la orden del día del próximo Consejo de Asuntos Generales (CAG) del 19 de septiembre, así como la remisión de información puntual sobre la evolución del asunto.
Actualmente en la UE hay 24 lenguas oficiales. La última en incorporarse fue el croata en 2013, con la entrada de este país en la UE. La única lengua cooficial que ha sido incluída entre las oficiales de la UE hasta la fecha y después de la entrada del país fue el gaélico en 2007 (Irlanda se incorporó en 1973).
No obstante, aunque el gaélico fue reconocido como lengua oficial y de trabajo de la UE en 2007, no fue hasta el 1 de enero de 2022 cuando obtuvo su estatus pleno como tal, después de que el Gobierno irlandés solicitara en 2015 que se iniciara el proceso gradual para ello, ya que inicialmente había una excepción aprobada por el Consejo y no todos los documentos eran traducidos a este idioma.
El Artículo 55 del Tratado de la UE de 2012 recoge expresamente las lenguas oficiales –23 en ese momento puesto que no está el croata porque aún no se había producido la adhesión–, al especificar que el mismo ha sido redactado en dichos idiomas, «cuyos textos en cada una de estas lenguas son igualmente auténticos».
SE NECESITA LA REFORMA DE LOS TRATADOS
Para que catalán, euskera y gallego consigan el estatus de lenguas oficiales de la UE sería necesaria la reforma de los tratados, según reconoció el propio Albares en el Congreso de los Diputados en septiembre de 2021. Entonces, el ministro le indicó a la diputada de ERC Marta Rosique que dicha reforma no estaba sobre la mesa.
La inclusión de esta cuestión en el orden del día del próximo CAG, en el que se discuten y preparan los asuntos que irán al siguiente Consejo Europeo, podría abrir la puerta a que el asunto fuera tratado por los líderes europeos, aunque también podría tratarse en otros formatos del Consejo y no necesariamente al más alto nivel. Con todo, la inclusión en el próximo CAG serviría al Gobierno de termómetro para ver los apoyos de que dispondría.
El Artículo 342 del Tratado de Funcionamiento de la UE estipula que «el régimen lingüístico de las instituciones de la Unión será fijado por el Consejo mediante reglamentos, por unanimidad, sin perjuicio de las disposiciones previstas en el Estatuto del Tribunal de Justicia de la Unión Europea».
El actual reglamento señala en su Artículo 1 que «las lenguas oficiales y las lenguas de trabajo de las instituciones de la Unión serán el alemán, el búlgaro, el castellano, el checo, el croata, el danés, el eslovaco, el esloveno, el estonio, el finés, el francés, el griego, el húngaro, el inglés, el irlandés, el italiano, el letón, el lituano, el maltés, el neerlandés, el polaco, el portugués, el rumano y el sueco».
Así pues, para que las lenguas cooficiales tengan el mismo estatus en la UE que el español haría falta el visto bueno de los otros 26 estados miembro, algunos de los cuales, como es el caso por ejemplo de Francia, cuentan en sus territorios con lenguas que podrían querer reivindicar en un futuro que se les brindada este reconocimiento.
PETICIÓN A LA EUROCÁMARA
El Gobierno ya solicitó en septiembre de 2022 a la Eurocámara que se permitiera el uso de catalán, euskera y gallego en las sesiones plenarias, si bien hasta la fecha no se han producido avances al respecto. La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, explicó en su momento que debía ser la Mesa de la cámara –en la que no hay presencia española– la que tomara una decisión al respecto.
Dicha gestión se produjo a raíz del acuerdo alcanzado en la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat para proteger el catalán en julio del año pasado. Ya entonces, fuentes comunitarias habían advertido de que haría falta una petición formal del Gobierno al Consejo y el apoyo unánime para que en la Eurocámara pudieran utilizarse como oficiales estas lenguas.
Esta no es la primera vez que desde el Gobierno se plantea que el gallego, el catalán y el vasco fueran reconocidas como lenguas oficiales en la UE. En diciembre de 2004 ya lo había planteado el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero pero sin embargo, nunca llegó a solicitar el cambio necesario en los tratados, lo que impidió que esto ocurriera.
A ello se refirió precisamente Albares cuando respondió a Rosique en el Congreso. Según dijo, cuando el Gobierno de Zapatero planteó el asunto el Consejo «señaló que los tratados actualmente vigentes no lo permiten». «Conseguir su oficialidad conllevaría una reforma de dichos tratados», algo que, según dijo, no estaba previsto.