La candidata del PP a la alcaldía de Vigo, Marta Fernández-Tapias ha valorado este lunes los resultados obtenidos por su lista en los comicios de este domingo, que han sido «decisivos» para que el PSOE y el BNG hayan perdido el gobierno de la Diputación de Pontevedra, aunque ha eludido pronunciarse sobre si ella será la sucesora de la socialista Carmela Silva en la presidencia.
En unas declaraciones remitidas a los medios, la también presidenta del PP de Vigo ha señalado que su candidatura ha logrado alcanzar los tres objetivos que se había marcado. Así, por un lado, ha señalado que la subida de un concejal (pasa de 4 a 5 actas), con 5.000 votos más, supone un «punto de inflexión» que pone freno a una década de caída de los ‘populares’ en la principal ciudad de Galicia.
Frente a esta tendencia del PP «al alza», ha señalado que «está claro que el PSOE ha tocado techo» e «inicia su declive», después de que la candidatura de Abel Caballero haya perdido un representante y se haya dejado casi 20.000 votos.
Por otra parte, Fernández-Tapias ha subrayado que los resultados de Vigo se enmarcan dentro del «tsunami» del PP a nivel nacional, que ha logrado «acelerar el fin del ‘sanchismo’, un fin que ya tiene fecha, el 23 de julio».
Finalmente, ha explicado que el PP en la provincia también tenía como un objetivo central recuperar la Diputación de Pontevedra. A su juicio, ese concejal adicional logrado en Vigo «ha sido decisivo para el cambio en la Diputación». «Denunciábamos sus escándalos, y en la recta final de campaña fuimos a la puerta de la Diputación para apelar al cambio y por fin lo hemos conseguido. Por tanto, misión cumplida», ha sentenciado.
Sobre la posibilidad de presidir la Diputación, la candidata del PP de Vigo ha eludido pronunciarse y fuentes de su entorno se han limitado a indicar que se pone «a disposición» de su partido. Con todo, Fernández-Tapias ha reiterado que, sin los 5.000 votos a mayores conseguidos en la ciudad, no se hubiera podido producir «el relevo» en la institución provincial.
Finalmente, ha señalado que, junto a la «satisfacción» por haber dado «un paso importante», hay que apelar al «realismo» porque «queda camino» por recorrer.