La secretaria general del PP gallego y diputada en el Parlamento, Paula Prado, ha comparado este miércoles la donación de órganos entre personas vivas con la gestación subrogada, al respecto de lo que ha dicho que se trata de «donar capacidad reproductiva».
Lo ha manifestado en el debate de una proposición no de ley sobre los vientres de alquiler, que propuso el PSdeG, y en la que afeó a la oposición que se use lenguaje del tipo «compra» de bebés, porque ya está habiendo, dijo, caso de acoso escolar a niños nacidos por esta práctica.
En un nuevo debate en tono elevado, Prado acabó también protagonizando un rifirrafe con el propio presidente del Parlamento, el también popular Miguel Santalices. Al concluir la proposición no de ley, Prado quiso tomar la palabra bajo la justificación de un artículo del reglamento que permite remitir documentación al pleno para aclarar una postura o aportar datos, pero el presidente de la Cámara no observó que fuese a documentar su exposición y le denegó la palabra, aunque antes de las votaciones sí volvió a solicitar esta misma intervención para hacerlo.
Prado quería desmentir la afirmación de la diputada del PSdeG Noa Díaz sobre que la ley que regula la gestación subrogada estaba aprobada a medias, para lo que aportó el diario oficial de la República. De paso, quiso arremeter por «manipular» sus declaraciones sobre la comparativa antes dicha, ya que negó que ella dijese que con la donación de órganos hay también un contrato como con la gestación subrogada, aunque sí las comparó.
Así las cosas, la parlamentaria impulsora de la iniciativa advirtió de que la gestación subrogada acaba colocando a las mujeres como «criadas reproductivas», mientras que la nacionalista Olalla Rodil ilustró esta situación con una sentencia del Supremo en la que se recogen condiciones del «contrato», como las restricciones en la vida cotidiana (viajar, relaciones sexuales…) o en la alimentación, que acaban siendo controladas en centros específicos con «cámaras de vigilancia», al respecto de lo que puso como ejemplo el caso de Ucrania.
La diputada del BNG apeló a que el PP, dijo, «está dividido» en esta cuestión y a que «gracias a dios» en el seno de la formación todavía hay una preeminencia de esa ala conservadora y humanista, que en este caso «hasta se lo tiene que agradecer» ella. En base a ello y a que tienen «derecho a votar libremente» en cuestiones de este tipo, llamó a los populares a ejercer esa división interna que ella dijo que existía para defender «el derecho a la vida, el derecho de las mujeres y de los niños a no ser traficados entre países».
«HARAPO BANDERA FEMINISTA»
Prado criticó que el PSdeG llevase esta iniciativa e hiciese «política» con este tema, a lo que Noa Díaz le respondió que en el Parlamento se hace «política». Al margen de ello, la diputada popular ha acusado a los socialistas de aprovecharse de «una portada del Hola» para agitar este debate, debido a que la «izquierda feminista» está «achicharrada» por la «ley suelta violadores», en referencia a la conocida como Ley del solo sí es sí.
La diputada popular ha cargado contra el PSOE también por traer esta iniciativa mientras que en el ámbito estatal no se ha sacado adelante todavía la Ley de Trata. «Llevan cinco años y no le preocupa, y está en el Pacto de Estado. Hagan algo», le ha espetado Prado, quien ha convenido que «la sociedad ha evolucionado y, con ella, las necesidades de las familias dentro del ordenamiento vigente».
Así las cosas, la diputada popular ha cuestionado que, si la maternidad es «un deseo» y «no un derecho», «cómo pueden defender que el aborto es un derecho». Ligado a ello, también ha puesto encima de la mesa que ese razonamiento llevaría a eliminar de la cartera de servicios de la sanidad pública la fecundación asistida, algo con lo que aclaró que no estaba de acuerdo.
Prado dijo que si la maternidad se identifica con un deseo, entonces esto implica que solo podrán serlo quienes se lo puedan permitir economicamente y «el resto están condenadas a no serlo».
En su intervención también ha puesto el foco en el concepto de la «donación altruista». «Como se donan también los órganos, señora Díaz. La donación de vivos de órganos existe y hay quien dona riñones y partes del hígado, en vivos, no muertes», ha manifestado, para asegurar que «hay gente que está dispuesta a donar» su «capacidad reproductiva» a un hijo o a un hermano.
«ME FALTAN CALIFICATIVOS»
En su réplica, la diputada socialista ha manifestado que le «faltan calificativos» para definir el discurso «absolutamente delirante» que había mantenido en su intervención. Es más, añadió que espera que si Feijóo llegaba a gobernar, «no le diese la confianza» de un nombramiento porque cada vez «se está acercando más a Vox»: «Mimadriña si nos encontramos con un Gobierno de Feijóo cómo quedaremos».
Noa Díaz acabó calificando de «delirante» el discurso de la diputada popular y mostró su sorpresa por no entender también el «alquiler» de vientres como una forma de explotación y violencia contra la mujer, como así lo consideran ya organismos internacionales.
«¿Cuál es la libertad?», se ha preguntado, en referencia a las mujeres que «no pueden moverse libremente, ni comer ni beber, ni mantener relaciones sexuales» durante el periodo de gestación. «No son alquilados sus vientres, son alquiladas sus vidas», ha sentenciado la diputada socialista, quien ha advertido, a raíz de la comparación que hizo entre gestación subrogada y donación de órganos que «si ustedes firman un contrato» con esto último «estarían en la cárcel».