El BNG defenderá en el Parlamento de Galicia una batería de iniciativas para reclamar la ampliación de la red pública de escuelas infantiles, promover la ampliación de este servicio en el entorno laboral y garantizar que todas las familias que así lo quieran puedan disponer de una plaza pública.
En concreto, los nacionalistas gallegos pedirán la ampliación de la red a través de un plan que de prioridad a la creación de este recurso en los ayuntamientos donde actualmente no lo hay. También reclamarán que se recuperen las ayudas que promovían la implantación de escuelas infantiles en entornos laborales como los parques empresariales, así como que se impulsen cambios para que las empresas que trabajen para las administraciones opten por recursos que garanticen la conciliación y la corresponsabilidad en los centros de trabajo.
De ello ha informado este lunes en rueda de prensa la viceportavoz parlamentaria del BNG, Olalla Rodil, quien ha censurado que, en los últimos seis años, el Gobierno del Partido Popular solo creó dos centros de la red Galiña Azul. «Hoy esa red cuenta con 147 centros. En 2021 eran 146 y en el 2018 eran 145. Prácticamente igual, solo se construyeron dos únicas escuelas», ha lamentado para sostener que se trata de una cifra «claramente insuficiente».
La dirigente del Bloque ha recordado informaciones publicadas en los últimos días en las que se hacía referencia a «colas enormes» de madres y padres ante las escuelas infantiles para inscribir a sus hijos en un contexto en el que «muchas familias se quedaron sin plaza», están en «lista de espera» o han tenido que optar por un centro «lejos».
De este modo, Rodil ha sostenido que el número de plazas públicas de menos de 3 años no llega al «18%» de los niños que hay. «Sumando todo lo que hay, si a las escuelas de la Xunta se suman las municipales y las privadas, la cobertura no llega ni a la mitad», ha argumentado para llamar la atención sobre el hecho de que esto se produzca en un contexto de baja natalidad.
Todo ello, según ha indicado, debido a que hay un «déficit de plazas de escuelas infantiles» pese a que son un recurso educativo, un derecho de los niños, así como un servicio de conciliación para las familias que «en muchos casos tienen que hacer malabares para cuidar y trabajar al mismo tiempo».
Dicho esto, Rodil ha sostenido que la gratuidad de las escuelas infantiles aprobada por la Xunta es una «buena medida» pero que debe de ir acompañada de «garantizar que todas las personas que quieren hacer uso de este recurso» pueden hacerlo.
Además, ha dicho que, a la hora de conciliar o garantizar derechos hay dos factores determinantes, como son promover horarios laborales que sean compatibles con la vida y que existan recursos de conciliación suficientes y no un déficit de plazas que deja a muchas familias sin un recurso esencial.