El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, se ha manifestado este jueves partidario de abrir un debate «razonado y sosegado» sobre la gestación subrogada sin posturas «apriorísticas» de «no, en ningún caso» o «sí en todos», en la que se analicen las distintas implicaciones y, eso sí, con la mercantilización como «línea roja».
En la línea de lo manifestado por su jefe de filas en el PP, Alberto Núñez Feijóo, Rueda se ha pronunciado al término de la reunión semanal de su Ejecutivo, toda vez que el asunto vuelve a estar en el foco después de trascender que la actriz y presentadora española Ana Obregón ha recurrido a esta vía, ilegal en España, en Estados Unidos.
El presidente gallego ha replicado que se trata de un asunto «lo suficientemente serio» para evitar «tratarlo como una tertulia de prensa rosa». A su juicio, hacer lo contrario supone «un error», dado que el tema exige de un debate «razonado y sosegado» desde el «respeto» y sin un no o un sí «categórico» de forma «apriorística».
«No es un asunto sencillo, la prueba es que fueron cambiando de opinión los partidos y hay distintas legislaciones según el país», ha argumentado, antes de incluir, posteriormente, a su propia formación, entre los partidos que han ido modificando su postura con respecto a la gestación subrogada.
En esta misma jornada, en una visita a Portugal, Feijóo ha recordado que en el último congreso del PP celebrado en febrero de 2017 –cuando aún era su líder, Mariano Rajoy– ya se concluyó que era «necesario un debate reflexivo, serio, sólido, el que pudiesen participar los distintos agentes, comités de bioética, personal sanitario y también otro tipo de expertos para poder ordenar este asunto».
ANÁLISIS AJENO A LA «PRENSA ROJA»
Rueda ha incidido en que se trata de «un tema complejo», que ha provocado cambios de postura y sobre el que en los partidos, incluido el PP, puede haber «puntos de vista diferentes.
Por ello, y tras afirmar que él, «sinceramente», no tiene «un juicio formado al respecto», ha añadido que le gustaría escuchar las «opiniones» de distintas personas que puedan «aportar» al debate, teniendo en cuenta los «distintos factores».
Eso sí, ha recalcado que debe ser un debate «sosegado» y «cuanto más analizado lejos de las personas que salen en prensa rosa, mejor».