La Comisión de Peticións ha aprobado este martes un reglamento a propuesta del Valedor do Pobo en el que se dota de un servicio económico para el funcionamiento de la institución y ‘corrige’ la ausencia del femenino en su reglamento.
Estas normas contaron con el respaldo de los tres grupos de la Cámara –PPdeG, BNG y PSdeG–, que en un breve debate consideraron «adecuada» la inclusión de estas modificaciones en la normativa de la defensoría gallega, en palabras de la socialista Begoña Rodríguez Rumbo.
Por su parte, el diputado del BNG Daniel Castro ha destacado la intención de mejorar el trabajo de la institución y de hacerla «más ejecutiva», al tiempo que «se cure la necesidad de personal», así como se «hace más presente la presencia de la mujer en la institución».
Mientras, la diputada del PPdeG Paula Prado recordó cómo en otras comunidades se prescindió de «una institución como esta» en tiempos de crisis, pero se preservó en Galicia –aunque el debate también había llegado a la Cámara gallega en un momento en el que el PPdeG habían planteado la reducción de diputados en el hemiciclo, lo cual no salió adelante–.
La parlamentaria popular ha apoyado la aprobación del reglamento, sobre la base de que pueda «desarrollar siguiendo su propio criterio» su actividad. «No es más que planificar los servicios administrativos básicos», ha apuntado para mostrar su «acuerdo» y su voto favorable.
La modificación del reglamento se compone de tres apartados. El primero de ellos aborda la existencia de un servicio de administración y personal y la creación de un servicio económico y financiero, que prestará el soporte necesario para el cumplimiento de los objetivos de la institución.
Además, se modifica la disposición adicional segunda para señalar que las referencias que se contengan en el reglamento a la figura del Valedor do Pobo o a su adjunto o secretario, entre otros, se entenderán también a la valedora, a la adjunta o a la secretaria general. Es decir, se incluye la presencia femenina en la institución, la cual presidente, de hecho, una mujer actualmente, María Dolores Fernández Galiño.