El presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, ha vuelto a presumir de que la administración provincial que dirige ha sido «un año más» la primera institución del Estado en aprobar sus cuentas para el próximo ejercicio, que ascienden a 90,9 millones de euros (un 6,15% más que el anterior ejercicio) y que recibieron luz verde en pleno a finales del mes de septiembre.

El mandatario ourensano ha comparecido en la tarde de este jueves ante la Comisión de Prespuestos de la Cámara autonómica, por donde han pasado a lo largo de la jornada los presidentes provinciales con excepción de la pontevedresa Carmela Silva, que un año más se ha ausentado de la cita en los que jefes de las diputaciones exponen las cuentas ante el Legislativo autonómico.

«Para mí es una obligación política estar aquí», ha aseverado al inicio de su intervención el único presidente provincial que tiene el Partido Popular en la actualidad, que, como viene siendo habitual en sus comparecencias en el Parlamento, ha puesto fecha a la aprobación de los próximos presupuestos de la Diputación de Ourense.

«La Diputación de Ourense aprobará los presupuestos para 2024 el 29 de septiembre de 2023 a las 12 de la mañana», ha señalado Baltar, quien ha mostrado su confianza en renovar el mandato provincial en las elecciones locales previstas para la próxima primavera, a las que acudirá con un plan de acción política a nivel provincial, algo que, como ha subrayado, «no tiene» ninguna fuerza.

Así las cosas, el presidente ourensano ha destacado la «anticipación, previsibilidad y planifiación» como las «líneas maestras» de su gobierno al frente de una institución en la que crece el presupuesto un 6,15% respecto al presente ejercicio hasta alcanzar los 90,1 millones de euros.

Baltar ha detallado que el capítulo de gastos concentra el grueso de los recursos con un total de 35 millones, un 3% más que este año; mientras que el apartado de gastos corrientes y servicios concentra 23 millones.

Entre las partidas resaltadas, Baltar ha apuntado el plan de fomento de empleo, al que dedica 1,8 millones de euros, las políticas de natalidad, con 325.000 euros; las de juventud, con 549.000 euros; o las transferencias a los ayuntamientos por un total de 4,7 millones de euros.

Asimismo, la Diputación de Ourense incluye en sus cuentas un programa de acción social en cooperación con los ayuntamientos dotado con 1,2 millones de euros, así como otros 1,4 millones para el Consorcio provincial de incendios, misma cuantía que se reserva para actuaciones en las carreteras provinciales.

PAPEL DE OURENSE

Además, durante su intervención Manuel Baltar ha defendido el papel que juega Ourense a nivel «nacional e internacional» y ha reivindicado que la diputación «seguirá teniendo voz y voto en los foros a nivel de gobiernos provinciales, hablando de territorio, de servicios y de futuro».

«Sin duda, este es el gobierno provincial de España con mayor y mejor presencia en esta esfera», ha aseverado el mandatario popular, que ha apelado a la participación de la Diputación de Ourense en la junta de gobierno de la FEMP, la Fundación Democracia y Gobierno local o el organismo Partenalia, la red de ejecutivos provinciales que el propio Baltar encabeza.

CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN

Durante el turno de los grupos, la oposición –BNG y PSdeG– han situado a Ourense en el «anacronismo» político, del que responsabilizan a «la familia Baltar, y que mantiene a una provincia «menguante», con pérdida de población «constante» ante la «falta de oportunidades».

Así lo han subrayado las diputadas María González Albert (BNG) y Carmen Rodríguez Dacosta (PSdeG), que han coincidido en el diagnóstico de la situación de una provincia «anclada en el caciquismo» de «los Baltar».

Para la nacionalista, Ourense carece de impulso por el «inmovilismo» al que está sometido por el gobierno del PP en la diputación, desde la que «reparten favores» para «mantener» su «red clientelar» en los ayuntamientos. «Los municipios son la razón de ser de la diputación, que no está para que usted (Baltar) sea presidente de 200 millones de organismos», ha espetado González Albert.

Por su parte, Rodríguez Dacosta ha censurado la «escenografía» de un Baltar al que ve «saliendo a escena» hablando de los presupuestos mientras «por debajo de la mesa mueve los hilos» para que «las subvenciones y los contratos vayan a donde tienen que ir».

En su respuesta, Baltar ha tachado de «rancio» el discurso del PSOE y BNG, al tiempo que ha aseverado que el «período más caciquil de la historia de Galicia» fue el bipartito en la Xunta.