El Parlamento Europeo está «estudiando todas las posibilidades» en torno al uso del catalán, el gallego y el vasco durante las sesiones plenarias después de que el Gobierno enviara en septiembre una carta a Estrasburgo para solicitar su admisión como lenguas de uso en el hemiciclo, según ha indicado la presidenta de la institución, Roberta Metsola, en una entrevista con Europa Press.
Metsola ha confirmado que la petición, anunciada a finales de julio pero que le fue remitida por el Gobierno de Pedro Sánchez a mediados de septiembre, ha sido trasladada a la Mesa del Parlamento Europeo, el órgano encargado de tomar una decisión al respecto, pero ha matizado que el asunto sigue pendiente porque los servicios parlamentarios están examinando «cuáles son las posibilidades».
No obstante, ha recordado que desde el año 2006 «cualquier ciudadano español puede escribir al Parlamento Europeo o dirigirse a esta institución en cualquier idioma oficial de España» y, en esos casos, la respuesta al ciudadano se cursa «en el idioma escogido» por éste.
La política maltesa, que viaja este martes a Santander para asistir junto al rey Felipe VI al Global Youth Leadership Forum, ha explicado así que aunque la Eurocámara ya cuenta con procedimientos claros para las comunicaciones con los ciudadanos, en el caso planteado por el Gobierno el Parlamento Europeo sigue examinando «qué hacer».
Estaba previsto inicialmente que la Mesa tratara el asunto en su reunión del pasado 3 de octubre, pero finalmente no se incluyó en la agenda. La próxima reunión de la Mesa tendrá lugar el 21 de noviembre, al inicio del próximo pleno en Estrasburgo, si bien aún no existe una fecha exacta para abordar la cuestión.
La propuesta española llegó después de que se acordara en la mesa de diálogo entre el Gobierno y Generalitat el pasado 27 de julio, pero necesita el visto bueno de los Veintisiete para salir adelante.
Para que un idioma pueda ser utilizado durante el pleno de la Eurocámara debe ser considerado una lengua oficial en la UE, un estatus que actualmente se ha concedido a 24 idiomas europeos entre los que no se encuentran el catalán, el gallego y el euskera.
Un precedente similar es el del gaélico, que desde 2007 empezó a ser considerado lengua oficial y de trabajo en la Unión Europea, aunque la adhesión de Irlanda se remonta a 1973.
Actualmente se traducen al catalán algunas publicaciones y documentos de la Unión Europea, mientras que la Comisión Europea utiliza el catalán como lengua habitual con los ciudadanos a través de la representación de Barcelona.
El Gobierno de España ya había pedido que estas lenguas se reconocieran como oficiales en la UE en diciembre de 2004, aunque entonces no llegó a solicitar el cambio necesario en los Tratados, por lo que no adquirieron la consideración de oficiales.