El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha rechazado sentirse presionado o haber recibido «instrucciones» de su jefe de filas en el partido y ex presidente autonómico, Alberto Núñez Feijóo, al respecto de la política fiscal que debe seguirse en la comunidad en un momento en que gobiernos populares anuncian bajadas de impuestos.
Así, y tras apelar que él mismo comprobó de «primera mano» que el propio Feijóo en Galicia tomó sus «decisiones» en función de los «intereses» para sus ciudadanos, ha remarcado que la Xunta seguiré en esa línea y actuará conforme a lo que le «convenga» a los gallegos. «Podrá dar su opinión, pero no una instrucción», ha observado Rueda.
A preguntas de los periodistas en la rueda de prensa posterior al Consello de este jueves, el máximo mandatario autonómico afirmó que «en absoluto» se siente presionado sobre las medidas fiscales de otras comunidades y ha certificado que Galicia «tiene su propia senda marcada», de la cual ya se han dado «muestras».
Así, ha defendido que se redujo la carga para las rentas más bajas y que se adoptaron medidas que permiten que el 99 por ciento de los gallegos no paguen el impuesto de sucesiones, junto con otras medidas como la política de «impuestos cero» en el rural. Así, ha reivindicado que las decisiones de la Xunta han permitido que los gallegos «ahorren 2.600 millones de euros» en los últimos años.
«Apostamos por bajar impuestos dentro de nuestras posibilidades y dentro de la premisa de que los impuestos soportan los servicios públicos», ha defendido como línea, al respecto de la cual ha asegurado que una reducción de la política impositiva tiene, en todo caso, que permitir «mantener» los servicios públicos y «si puede ser, la elevación» de esos servicios.
Es decir, ha sintetizado, «a favor de que se bajen, porque es mucho mejor bajarlos que subirlos». Eso sí, ha descartado actuar conforme a consignas partidarias o directrices de Génova: «No nos sentimos influidos por lo que haga nadie, sino por lo que le conviene a los gallegos».
A mayor abundamiento, Rueda ha enfatizado que «durante los años que Feijóo fue presidente de la Xunta, sus decisiones no vinieron marcadas por otra cosa que por el interés de Galicia» y afirmaba que «no iba a admitir instrucciones». «Acredito de primera mano que siempre fue así», ha incidido.
Por ello, se ha mostrado «seguro» de que «va a hacer exactamente» lo mismo ahora que dirige el PPdeG. «A mí no medio (instrucciones) y estoy segura de que no me dará ninguna instrucción ni ninguna cosa, porque sabe que desde aquí es desde donde tenemos que tomar las decisiones. Podrá dar su opinión, pero no una instrucción», ha expuesto Rueda, quien se ha reafirmado en que «no» hay «ningún riesgo» por «su condición personal» y por la suya (la del presidente de la Xunta).
SENDA DE GALICIA
El presidente autonómico ha esgrimido, una vez, más, la «senda marcada» por Galicia para la política de impuestos y la cual será detallada, en lo que a 2023 se refiere, en la comparecencia que él mismo protagonizará la próxima semana en el Parlamento de Galicia para dar a conocer las líneas principales del presupuesto del año que viene y la ley de medidas fiscales y administrativas –la conocida como ley de acompañamiento, que volverá una vez más a la Cámara como el propio presidente confirmó este jueves–.
Preguntado por el anuncio de un gravamen temporal para nuevas fortunas hecho por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero; Rueda ha considerado que es el «enésimo» anuncio y «ocurrencia» de un ministro al que «inmediatamente» después salen «cuatro ministros para rectificarlo» o el ministro «se rectifica a sí mismo».
«Vale poco la pena opinar», ha considerado el presidente autonómico, quien se ha resumido como regla general que «está bien bajar impuestos, subirnos no y mucho menos en estos momentos». Galicia, añadió, quiere «consolidar la bajadas de estos años y seguir por esta senda».
«Me alegro de ser diferente y que las políticas fiscales en Galicia sean diferentes a las del Gobierno de Sánchez», ha remachado, en respuesta a las preguntas de los medios.