El Parlamento de Galicia ha emitido una declaración institucional en la que dice «compartir» con la Unión Europea el objetivo del desarrollo de una inteligencia artificial «centrada en el ser humano y coherente con los derechos fundamentales».
Por eso, la Cámara gallega invita a las administraciones públicas, a las universidades y al resto de agentes del conocimiento, a los sectores productivos, a los agentes sociales y a la sociedad a «participar de una manera activa y hacer aportaciones para el debate sobre el marco ético y normativo» en el que se debe aplicar estas tecnologías.
Según destaca el texto, leído este miércoles en el pleno por el presidente del Parlamento, Miguel Santalices, en base a un acuerdo unánime entre los tres grupos –PP, BNG y PSdeG–, las tecnologías inteligentes son «un conjunto de tecnologías de rápida evolución que pueden generar un amplio abanico de beneficios económicos y sociales en todos los sectores y actividades».
Dentro de ellas, añade la declaración institucional la inteligencia artificial «puede facilitar la consecución de resultados positivos desde un punto de vista social y ambiental, así como proporcionar ventajas competitivas esenciales a las empresas y a la economía, especialmente en sectores de alto impacto como el cambio climático, el medio ambiente y la salud, el sector público, las finanzas, la movilidad y la agricultura».
Con todo, estas nuevas posibilidades que ofrecen sacan a la luz cuestiones «no resueltas hasta el momento», especialmente en lo tocante con los «marcos éticos y normativos que garanticen la fiabilidad, la seguridad y los derechos fundamentales de la ciudadanía».
En este contexto, la declaración institucional muestra el apoyo del Parlamento a que la UE lidere un planteamiento del uso de la inteligencia artificial «basada en la ética, en los valores fundamentales de los derechos humanos y en los principios democráticos».
Además, el texto destaca que la Estratexia Galega de Intelixencia Artificial elaborada por la Xunta que establece la hoja de ruta para «conseguir una ‘Galicia inteligente’ en la próxima década que contribuya a la soberanía digital europea bajo principios éticos y responsables».