La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, ha manifestado, ante la subida «imparable» del IPC en Galicia, con un 9,6 por ciento –un punto por encima de la media estatal en un país con las pensiones y salarios a la cola–, «ahogando a las familias, clase trabajadora y a las pequeñas y medianas empresas». «¿Hasta cuando va a seguir el Gobierno del PP cruzado de brazos?», se ha preguntado.
En este sentido, y en declaraciones a los medios, Pontón ha vuelto a poner encima de la mesa propuestas de la formación para paliar el impacto de la inflación, con ayudas a los colectivos con menore nivel de ingresos y al tejido de pymes, movilizando para ello 700 millones de euros que permitan sufragar medidas como el incremento del complemento autonómico de las pensiones no contributivas.
Otra de las medidas que ha reiterado Pontón es aumentar la Risga y hacerla compatible con el ingreso mínimo vital, junto con subir ayudas para gastos básicos de vivienda a las personas con menores rentas, teniendo en cuenta que es una de los aspectos que más suben, con un 21,8 por ciento, puesto que computa el aumento de gastos de vivienda, agua, luz o gas.
Junto con esto, Pontón ha puesto encima de la mesa la necesidad de dar ayudas directas a pequeñas y medianas empresas de los sectores productivos impactados por la espiral inflacionista.
«MEDIDAS VIABLES SI HAY VOLUNTAD POLÍTICA»
«Son medidas viables si hay voluntad política y, por eso, le pedimos al Gobierno del PP que deje de tener los brazos cruzados y que actúe», ha reclamado Ana Pontón, quien también ha urgido medidas estructurales, como un tope máximo para el precio de la luz y de los carburantes para evitar lo que está sucediendo, con la subvención de 20 céntimos que acaba «drenando recursos públicos» a las empresas petroleras sin corregir a la baja el precio.
Pontón también propone una subida de impuestos a las eléctricas, para que contribuyan «con sus multimillonarias ganancias a paliar al crisis» y cambios normativos para «acabar con la aberración» de los «beneficios caídos del cielo» y la «puesta en marcha de una empresa pública de energía» como tienen otros países europeos.
La líder del BNG ha advertido del momento de «extrema dificultad económica» que está «poniendo en peligro la supervivencia de muchas pymes». «Y no puede ser que mientras tenemos a la ciudadanía en dificultades, el Gobierno de la Xunta siga de brazos cruzados sin tomar ninguna decisión en su ámbito de competencias», ha sentenciado.