El presidente de la Xunta en funciones y líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha dirigido este jueves su última reunión del Ejecutivo autonómico y se ha despedido con un mensaje: si llega a La Moncloa y tiene «responsabilidades» que le permitan tomar decisiones, «no» va a «defraudar» a Galicia.
Así lo ha trasladado en la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta, en el que se han autorizado los ceses de dos de sus colaboradoras más próximas, la hasta ahora secretaria xeral de Medios, Mar Sánchez; y su directora de Gabinete, Marta Varela, que le acompañarán en su salto a la política nacional al frente del PP.
En su intervención, Feijóo ha sido preguntado acerca de si deseaba dejarle algún consejo o recomendación a Alfonso Rueda y si desearía seguir viendo a los que a día de hoy son sus conselleiros como miembros del nuevo Gobierno autonómico en sus visitas a Galicia.
El presidente gallego en funciones, que ha recordado como era su propia manera de actuar, ha asegurado que sería «impropio» asumir una responsabilidad que le corresponderá a Rueda una vez que tome posesión de su cargo a mediados de mayo, convencido de que él tendrá su «opinión» y es consciente de la «valía profesional, capacidad de trabajo, compromiso y honestidad» de los actuales conselleiros.
«Al presidente le toca tomar sus decisiones en relación con sus equipos y sería absolutamente impropio suplantarle», ha esgrimido, antes de esgrimir que lleva «tanto tiempo» como él en el Ejecutivo autonómico, por lo que es conocedor de cómo trabajan sus integrantes. «Seguro que tiene una opinión fundada», ha esgrimido.
«Estoy convencido de que acertará porque tiene muchísima información, formación y experiencia de Gobierno», ha subrayado.
FRANCISCO CONDE Y DIEGO CALVO, LOS ÚNICOS NOMBRES CONFIRMADOS
Aunque fuentes populares consultadas por Europa Press esperan un Gobierno en el que predomine la «continuidad» en los nombres, con más probables ajustes de áreas, los dos únicos nombres confirmados hasta el momento son el del actual vicepresidente segundo y responsable de Economía, Francisco Conde; y el del presidente provincial del PP de A Coruña, Diego Calvo.
A ambos, Rueda les ha trasladado, en el marco de su campaña interna para liderar el PPdeG, que si quieren estar en su próximo Ejecutivo, lo van a estar. A Conde lo ha llegado a calificar de «imprescindible».
Inmerso en la campaña interna en el PPdeG y ante la necesidad de articular equipos y preparar el discurso de investidura –el debate se celebrará la semana próxima en la Cámara–, Rueda prevé desvelar a su Gobierno en pleno después de la toma de posesión del sábado 14.
«ORGULLOSO» DE SU CRITERIO DE INDEPENDENCIA
Feijóo ha aprovechado su intervención para hacer balance y, en el apartado de logros, ha esgrimido que no ha tenido «más compromiso» ni otro «interés» o «hipoteca» que defender a la Comunidad. De hecho, ha proclamado que de lo que siente «más orgulloso» es de haber mantenido su «criterio de independencia» sin «interferencias» que le hayan impedido «servir a Galicia incondicionalmente».
«Y Galicia es una de las comunidades más cordiales de España y tiene la sociedad menos fracturada de todas las comunidades con nacionalismos en el Parlamento», ha añadido, satisfecho por ello y antes de declarar que también se encuentra «muy orgulloso» de los datos educativos y sanitarios de la Comunidad.
A renglón seguido, ha reivindicado que Galicia «mantuvo blindada su autonomía política y financiera» en duros contextos económicos, y mejoró su convergencia en renta per cápita mientras se situaba entre las autonomías con «menor» incremento de la deuda pública.
Así las cosas y, pese «a la situación sombría que padece la economía española en su conjunto», ha proclamado que considera que se va «en el mejor momento político», con las «mejores cuotas de bienestar y las mejores expectativas económicas».
«NO VOY A DEFRAUDAR A GALICIA»
«Yo no vine a dividir a nadie, sino a gobernar para todos, a los que no me votaron y, por supuesto, a los que me votaron, a quienes agradezco la confianza», ha continuado el mandatario gallego en funciones, quien también ha admitido «equivocaciones»: a veces «por no tener la información adecuada» y otras «la cintura para cambiar de opinión».
Y dicho esto, ha reivindicado su condición de gallego, antes de comprometer que, si está en su mano volver a tener responsabilidades de gobierno, seguirá respondiendo a las necesidades de la Comunidad: «No voy a defraudar a Galicia, no lo hice en todo este tiempo y no lo voy a hacer en el futuro».
«Tras este testamento vital, me despido hasta siempre o hasta luego, hasta que ustedes queiran. Nada más y muchas gracias», ha zanjado.