La Xunta ha autorizado, en lo que va de 2022, a un total de 70 trabajadores públicos la compatibilidad de sus funciones con el desarrollo de actividades profesionales en el ámbito privado, en su mayoría ligadas a su empleo original.
Buena parte de ellos, hasta 32, son profesionales del ámbito sanitario que se incorporan a consultas privadas de sus especialidades, aunque hay alguna excepción, como la de un celador de Ourense que se incorpora a la docencia y la de una enfermera del hospital Álvaro Cunqueiro que pidió que se le autorizase como patrona de acuicultura de una batea de mejillón en la ría de Vigo.
Los datos, recopilados por Europa Press, se desprenden de la web de Transparencia de la Xunta y están actualizados hasta este 4 de abril de 2022. En lo que va de año, también son numerosos los docentes que pidieron autorización, algunos (una decena) para ejercer la docencia en centros, academias privadas o asociaciones culturales.
De nuevo sobre las autorizaciones de sanitarios, según el listado publicado por la Xunta, facultativos de las áreas de psiquiatría, dermatología, rehabilitación y medicina física, urgencias, fisioterapia, urología, alergología, digestivo, cirugía oral y maxilofacial, obstetricia, anestesiología, oncología, cardiología y matronas pidieron, algunos de ellos jefes de servicio, realizar funciones análogas en centros y clínicas privadas.
Por su parte, los docentes que solicitaron compatibilidad de actividad en su mayoría lo hicieron para impartir clases en escuelas o centros privados, al margen de abrir alguna academia.
AVICULTURA, INGENIERA Y PELUQUERA
Pero también hay otras peticiones como la de una maestra que solicitó poder hacer compatible su profesión con la avicultura –ganadería de pollos– en Vilar de Santos (Ourense) y otra profesora de Primaria que pidió acceder a un puesto de camarera en un restaurante en Cabanas (A Coruña).
Una profesora de un instituto de Nigrán (Pontevedra) solicitó compatibilizar su actividad como ingeniera en una sociedad viguesa, mientras que otra lo hizo para un proyecto de ejecución de obra nueva en una vivienda unifamiliar en Cedeira (A Coruña).
Por su parte, una camarera-limpiadora en una residencia de mayores solicitó ejercer como peluquera en Barbadás (Ourense).